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UN ALBACETE MILAGROSO

Es cierto que se pueden utilizar muchos calificativos para valorar la temporada del Albacete pero lo cierto es que roza lo milagroso lo que ha conseguido el equipo de Luis César a falta de tres jornadas para que finalice una temporada que muy pocos vamos a olvidar.

Teniendo en cuenta que el equipo manchego es un recién ascendido y que, a pesar de su excepcional historia su economía no es precisamente boyante, los calificativos aumentan llegando a términos que se pueden considerar exagerados pero que en muchos casos se ajustan a lo que ha sucedido con el equipo y con el club en este último año.

Una plantilla con la base del equipo que consiguió el ascenso el verano pasado, una media de edad realmente joven con muchos futbolistas sin experiencia en la categoría y unos problemas económicos tremendos que incluso pusieron al club al borde de la desaparición. Esto llevó a una situación de incertidumbre que, lejos de afectar negativamente al equipo, consiguó un clima de unión en el vestuario y una atmósfera de grupo entre el equipo y la afición que ha llevado al equipo a cosechar los resultados suficientes como para estar a nueve puntos de distancia con nueve puntos por jugarse. Excepcional.

Además, el Albacete ha sido uno de los equipos que mejor fútbol ha hecho de la categoría. Un equipo con personalidad para intentar llevar el peso de los partidos, para combinar desde la salida de balón y arriesgar en ocasiones que ha hecho disfrutar a la afición del alba y a todos los aficionados al fútbol en general ya que ha sido un año muy bueno en ese sentido. Se pueden conseguir las cosas de muchas maneras, no hay duda. Pero conseguir los objetivos a través de un juego vistoso, con un grupo de jugadores jóvenes y en medio de una situación institucional complicada, les otorga un mérito tremendo tanto al entrenador como a los futbolistas que, al fin y al cabo, son los protagonistas de este deporte.

Esto es innegable, como lo es el rendimiento de futbolistas que han dado un paso al frente esta campaña. Ese es el caso de Keko. El canterano del Atlético de Madrid ha jugado 30 partidos anotando cinco goles pero, sobre todo, ha demostrado que es un jugador que, con continuidad, puede llegar a tener un crecimiento brutal. Rápido, habilidoso en el uno contra uno y muy inteligente sobre el césped, quizás pueda mejorar sus números en cuanto a goles pero hay que destacar que su papel en este Albacete ha sido fundamental. Ha jugado y ha hecho jugar. Ha marcado difrencias.

En definitiva, un año rozando el milagro para el Albacete de un Luis César que tiene el gran mérito de no haber dejado de creer. Ha decidido apostar online por su idea por encima de las otras y ha salido ganando. Esto es una señal muy positiva para un técnico. Esperemos que a partir de ahora ya todo sea mejorar. El año que viene hay que sufrir menos y poco a poco poner al Albacete donde se merece.