No hay tragedia en la que no esté presente, con su gran ayuda, World Central Kitchen (WCK), ONG del conocido chef José Andrés. Una entidad que desde hace días trabaja en la zona de la Comunidad Valenciana afectada por la riada y que cuenta con la colaboración de dos de los cocineros más famosos de Albacete: los jóvenes Javier Sanz y Juan Sahuquillo, que consiguieron una Estrella Michelín en tiempo récord para su Restaurante OBA, en Casas Ibáñez; que han puesto a esta localidad de Albacete en el mapa nacional -y más allá- de la cocina con Restaurante Cañitas y que ahora lideran a un ‘ejército’ de voluntarios que está haciendo posible que cada día, de sus instalaciones, salgan unas 3.000 raciones de comida caliente y entre 3.500 y 4.000 bocadillos.
Así lo han explicado a Masquealba desde el Ayuntamiento de Casas Ibáñez, institución que se ha volcado también con esta ayuda. Y, mientras tanto, no se deja de organizar el envío de material a los pueblos afectados por la riada, que se solicitan -por ejemplo a través del bando móvil- según las necesidades que van encontrando en los pueblos donde ayudan. Para poder llevarlos hasta Valencia cuentan con la colaboración también de vecinos, que aportan sus furgonetas, e indican que hay días «que han salido hasta tres viajes con ayuda».
Fue el pasado viernes, 1 de noviembre, cuando, por primera vez, se difundió una llamada de asistencia por parte de los chef de Cañitas, para explicar que trabajan con la ONG de José Andrés, a la que ayudarían en esta tragedia, con la colaboración del Ayuntamiento de Casas Ibáñez. En un primer momento pidieron mantas, productos de higiene, de limpieza. Y la población de Casas Ibáñez se volcó.
Pero al día siguiente y, como detalla Paqui, técnico sociocultural del Ayuntamiento y que está colaborando con esta iniciativa, «nos plantearon hacer bocadillos y comida elaborada porque se precisaba allí mucha comida». No había luz en muchos puntos y los vecinos no podían cocinar. Así que la respuesta, sin dudarlo, fue que «sí». Y aquí se hacían al día 2.000 raciones de comida elaborada para el mediodía -la preparan cocineros del Restaurante Cañitas- y 2.000 bocadillos -con la colaboración de voluntarios-, que se llevaban a la central de la ONG de José Andrés, en el Hotel Meliá de Valencia.
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En la central operativa de José Andrés en Valencia, así como repartiendo comida en los lugares afectados por la tragedia, están desde el primer momento Javier Sanz y Juan Sahuquillo. Su ‘ejército’ de solidaridad desde Casas Ibáñez trabajaba unas horas durante la noche para enviar, a las 7 de la mañana, la comida caliente para ese día -de inicio 2.000 raciones- y por la mañana para preparar el mismo número de bocadillos, que salían rumbo a Valencia alrededor del mediodía.
Todo ello con la colaboración de empresas, asociaciones y vecinos, tanto de Casas Ibáñez como de otros puntos -por ejemplo hosteleros de Albacete- que aportaban pan, fiambre o el pago de las facturas de productos con los que poder elaborar estas raciones.
Numerosos voluntarios escuchan a Javi Sanz contarles cómo están trabajando en la zona.
Ahora el reto está siendo todavía mayor. Javi Sanz estuvo esta semana en su localidad natal para agradecer el trabajo de cuantos están ayudando y plantear si podían llegar a la propuesta que solicitaba José Andrés: Preparar unas 3.000 raciones de comida caliente y entre 3.500 y 4.000 bocadillos, a diario, para poder atender las demandas de unos tres mil profesionales de Emergencias que están en un campamento en Paiporta.
El compromiso fue que sí y la respuesta sigue siendo muy solidaria», destacan.
De momento toda esta semana y la próxima trabajarán para hacer llegar hasta la Comunidad Valenciana todas estas raciones de comida, tanto platos elaborados para el mediodía, como los bocadillos para la cena.
Destacan que la colaboración de la gente está siendo enorme y recuerdan que se puede colaborar con esta iniciativa que sigue activa.
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Por cierto, que la comida elaborada la preparan cocineros del Cañitas pero, claro, cocinar para tres mil personas hace que haya mucho por prepara. Así que aquí siempre hay trabajo, por ejemplo, para preparar la verdura o la carne; las patatas o todo aquello que requiera el plato del día. Así, Paqui apunta, como ejemplo, que un día hubo que arreglar 15 sacos de cebolla; y otro cortar numerosos kilos de champiñón o pelar kilos y kilos de patatas. Siempre hay trabajo para poder repartir solidaridad en forma de comida.
Y ponen de relieve el gran número de gente joven que se está acercando para colaborar con esta iniciativa. No sólo llegan voluntarios de Casas Ibáñez, también de la propia ciudad de Albacete; o de Madrigueras, de Abengibre, de Villatoya o de Alborea. «Estamos encontrando ayuda en mucha gente, y un grupo numeroso además de gente joven, y eso nos ilusiona», destacan.
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Los chef del Cañitas Maite, en la zona afectada por las riadas.
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