El Albacete Balompié sacó un punto de un estadio difícil, el de Los Pajaritos, aunque pudieron ser tres, de haber mantenido en la segunda parte –cuando los de Luis César se pusieron por delante nada más volver de vestuarios- la ventaja en el marcador gracias al gol de Moutinho.
En la primera parte el Alba dejó una muy buena imagen de juego y eso que el Numancia no se lo puso fácil, de hecho empezó avisando desde el primer compás. Claro que también pudo adelantar Portu pronto a los de Luis César, más si el árbitro llega a señalar el penalti cometido sobre él, cuando estaba dentro del área pequeña, tras el centro de Chumbi, sin el portero en la jugada.
Chumbi sacó bajo palos el ‘gol fantasma’ de Sergi Enrich que pedían los locales pero que no concedió De Burgos Bengoetxea, en el arranque de un partido donde los de Luis César hicieron méritos para ponerse por delante en el marcador.
En la primera mitad no llegarían goles y el partido se fue con empate a cero al descanso.
En el 46, nada más comenzar la segunda mitad, el Alba se puso por delante en una jugada loca donde incluso pudieron anotar antes Chumbi o Diego Benito; primero sacó bajo palos Regalón y la segunda se estrelló en el poste. El rechace tras recorrer la línea de gol fue para Moutinho, que anotó el 0-1.
Aunque el Numancia lograba el empate en el 58, obra de Sergi Enrich, en una gran jugada de Vicente por la banda izquierda que no acertó a detener la defensa del Alba.
Si había un equipo que parecía que podía marcar era el Albacete Balompié, aunque se fue desinflando y el Numancia lo aprovechó para crear ocasiones en el área de Dorronsoro que en un par de veces hicieron que tuviera que actuar con grandes paradas.
De hecho, cuando quedaban casi 20 minutos para el final, Luis César había cambiado a Keko por César Díaz; a Chumbi por Rubén Cruz y a Moutinho por Jorge Díaz para refrescar el ataque e ir a por el partido. Claro que también Anquela refrescó su ataque y las fuerzas estaban más que igualadas.
Podría haber pasado cualquier cosa pero al menos esta vez, al contrario de lo que solía pasar en la primera vuelta, no hubo malas sorpresas y el Alba mantuvo un empate que ahora deberá hacer bueno en los dos partidos seguidos en el Belmonte, frente a la Ponferradina y el Sabadell.