
Lo cuenta el diario El Mundo, el exdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano, que dimitió al ser imputado y detenido en una presunta trama de corrupción participó en las cacerías que se organizaban en Albacete y en las que supuestamente se amañaban contratos que tenían que ver con servicios de extinción de incendios.
El citado diario recoge, ahora que se ha levantado el secreto del sumario sobre el caso –en el que se investigan empresas que también trabajan en Castilla-La Mancha-que en diciembre de 2009, Castellano se alojo en una habitación de un hotel de Albacete –el sumario recoge el nombre del mismo- acompañado por su amigo José Miguel Pérez Taroncher, un empresario que facturó a la Generalitat (casi siempre en áreas dirigidas por Castellano) 2,9 millones de euros en solo tres años.
En la región se han investigado contratos pero supuestamente por amaños entre las empresas para pactar precios, no relacionados con altos cargos.
