Lo cuenta el diario El País: Una rencilla familiar por un negocio fallido está presuntamente detrás del enorme incendio de Seseña que en mayo de 2016 quemó alrededor de 90.000 toneladas de neumáticos que se hacinaban en un depósito entre la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha. Es la sospecha que recogen los informes del Seprona de la Guardia Civil incorporados al sumario del caso y en los que se acusa a un empresario, Javier M. P., de querer perjudicar a su cuñado y a su hermana con aquel incendio. La principal prueba contra él es su teléfono móvil, que lo sitúa en el lugar del suceso horas antes de que se detectasen las primeras llamas. Javier M. P. fue detenido a finales de mayo y permanece imputado tras declarar ante el juez.
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