Es el Oviedo uno de esos equipos que nos hemos encontrado en Primera, Segunda y hasta en Segunda B y por tanto son muchas las veces que ha visitado el Carlos Belmonte. Aunque en los últimos años se ha llevado un par de empates, lo cierto es que son muchas las victorias locales y pocas las visitantes, sólo tres en las 13 ocasiones en las que nos visitó el conjunto asturiano.
En este vintage nos vamos a quedar con la victoria el Albacete en la temporada 1994-95 (1-0), en la que ambos militaban en Primera División. El Oviedo no empezó muy bien pero poco a poco fue creciendo para acabar cerca de los puestos UEFA. Era la tercera temporada de Radomir Antic en el equipo carbayón y contaba con una plantilla cargada de calidad, con jugadores que hicieron historia en este club. El partido fue el primero que se disputó en 1995, ya que la anterior jornada se jugó el 21 de diciembre de 1994. El Oviedo le había ganado al Logroñés (1-0) y había cogido aire, ya que la jornada anterior estaba igualado con el Albacete y el Sporting con 11 puntos, el otro equipo asturiano ocupando la zona de promoción de descenso. El Alba de Benito Floro, que había sustituido a Luis Suárez tras pegar la ‘espantá’ después de la primera jornada, había caído en Anoeta frente a la Real Sociedad.
La jornada del 8 de enero, todavía en la primera vuelta del campeonato, arrancaba la competición futbolística de 1995 y el Albacete recibía en el Carlos Belmonte al Oviedo. Uno de los detalles del encuentro era el debut en la portería manchega de José Francisco Molina, luego portero internacional, que había llegado en el mercado de invierno cedido por el Valencia.
Benito Floro formó ese día con: Molina, Alejandro, Sotero, Albert Tomás, Fradera, Santi, Bjeliça, Óscar Juyent, Antonio, Zalazar y Andonov. También jugaron Cordero y Dertycia.
Antic jugó en el Oviedo con: Mora, Cristóbal, Rivas, Jerkan, Sietes, Suárez, Prosinecki, Armando, Jankovic, Carlos y Berto. También jugaron Oli y Maqueda.
El colegiado del encuentro fue el madrileño Núñez Manrique, que expulsó al visitante Siete por doble amarilla a falta de un cuarto de hora para el final del encuentro (74’). También vieron cartulina amarilla Cristóbal en el Oviedo y Bjeliça en el Albacete. No estuvo mal, pero se complicó un poco al final al estar mal ayudado en las bandas.
Ambos equipos necesitaban los puntos y no dejaron nada para el espectáculo. Dos equipos bien cerraditos, sin concesiones al rival y muy preocupados de los puntos que había en juego, que era lo más importante. En el Oviedo todo el juego giraba en torno a un Prosinecky que, en lugar de darle dinamismo al centro del campo, lo ralentizaba, favoreciendo la labor defensiva de los manchegos. Solo inquietó el exmadridista a balón parado, que puso en apuros al debutante Molina en un par de lanzamientos de falta.
El balón lo tuvo el Oviedo, pero el Albacete ofreció un gran trabajo defensivo, sobre todo con un joven Santi Denia que crecía a pasos agigantados como futbolista, no en vano terminaría siendo traspasado al Atlético de Madrid al finalizar la temporada. No se puede olvidar la marca de Albert Tomás realizó sobre el internacional Carlos, mientras que Fradera se encargó de Jankovic. Prosinecky mareaba la bola, pero el Oviedo carecía de profundidad y se perdía en la buena defensa de los manchegos. El gol de la victoria llegó poco antes de llegarse al descanso, en el minuto 43. Fue una jugada de Alejandro por la banda derecha, con centro y remate defectuoso de Óscar Juyent, pero por ahí apareció la cabeza de Bjeliça para tocar el balón lo justo para que terminase en el fondo de las mallas.
En la segunda parte el Albacete había hecho lo que más dificultades le planteaba, ver portería, así que su trabajo fue defender la renta, algo a lo que contribuyó en gran medida la falta de puntería de un Oviedo negado cara a puerta. Una jugada esporádica entre tanta defensa manchega levantó a la grada de sus asientos ya que resultó lo mejor del encuentro. Tras un robo de Bjeliça el balón le llego a Zalazar, que puso un medido centro para la cabeza de Pedro Cordero, aunque su remate se estrelló en la cruceta, evitado lo que habría sido un gol de bandera. Fue el único acercamiento local ya que lo demás fue defender el 1-0, a lo que contribuyó la expulsión de Sietes por doble amarilla en el minuto 74. Carlos tuvo el empate tras irse de su férreo marcador, pero no marcó y el Albacete pudo quedarse con la victoria.
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AFICIÓN
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