La salvación en una temporada para olvidar
Toda vez que el Vintage de enfrentamientos con el Leganés ya lo hicimos la temporada pasada, este año desgranaremos uno de esos partidos que resultara especial. En este caso vamos a recordar al disputado en la última jornada de la campaña 97-98, en la que el Albacete lo pasó francamente mal y necesitaba la victoria en Butarque para mantener la categoría.
El Alba consumó su descenso a Segunda en la campaña 95-96, después de la repesca por el ascenso administrativo. Había una clara intención de regresar y casi se consigue en la 96-97, en la que García Remón enmendó el rumbo que mal había comenzado Manolo Jiménez pero al final el equipo acabó cuarto en el año en el que sólo promocionaba el tercero para deshacer la Liga de 22 en Primera, pasando la Segunda a tener esos 22 equipos.
En la campaña 97-98 se firmó a Luis Sánchez Duque, que venía de hacer muy buenos números precisamente con el modesto Leganés. Se pagó incluso traspaso por el técnico madrileño y se formó una plantilla a priori muy competitiva, con promesas en calidad de cedidos como Toni Velamazán y Juan Carlos Moreno (Barcelona), David Belenguer (Celta) o Romondini (Roma), así como otros jugadores de los que esperaba mucho, como Vanic, Antonio Gómez o Di Carlo. También llegó esa temporada Carlos Cano, actual entrenador de porteros.
El caso es que la temporada fue un desastre. Luis Sánchez Duque fue destituido tras 10 jornadas y sustituido por el entonces director deportivo Miguel Naharro. La cosa no fue a mejor y tras siete jornadas también abandonó el cargo. Los problemas económicos empezaban a vislumbrarse y se decidió dejar el equipo en manos del hasta entonces segundo entrenador, Javier Val, un gran técnico de cantera que asumió el ‘marrón’ e intentó hacerlo lo mejor posible. Tras 20 jornadas de lucha y tras la jornada 37, en la que el Albacete perdió en el Belmonte con el Extremadura (0-2), el club destituía a Val y nombraba entrenador al entonces coordinador del fútbol base del Albacete y ahora coordinador de las categorías inferiores de la selección nacional, Ginés Meléndez. El Alba estaba en la 16ª plaza y con seis puntos de ventaja sobre el descenso.
La trayectoria no mejoró mucho. Quedaban cinco partidos y tras dos empates y dos derrotas el Albacete llegaba a la última jornada en la misma posición, pero ahora con sólo tres puntos de ventaja sobre el cuarto por la cola. Un empate valía para mantener la categoría y así se presentó el equipo manchego en Butarque el 16 de mayo de 1998. El nuevo campo del Leganés se había estrenado tres meses antes, a mediados de febrero, sustituyendo al viejo Luis Rodríguez de Miguel.
El Leganés ya tenía la temporada finiquitada en una cómoda posición de mitad de la tabla y, obviamente, no se esperaba demasiada oposición ante un Albacete que se jugaba la vida, aunque jugadores como el centrocampista Alfredo, que terminó expulsado, se mostró especialmente agresivo y con ganas de aguarle el final feliz a los manchegos.
Ginés Meléndez salió de inicio con Julio Iglesias, Vanic, Belenguez, Diego, Aranalde, Dani Bouzas, Josico, Jesús Muñoz, Trigueros, Vulevic y Leandro. En el minuto 62 Toni Velamazán entró por Vulevic, en el 75 Carpintero sustituyó a Josico y en el 82 Yahaya jugó por Trigueros.
El Leganés, entrenado por Braojos, formó con Raúl Rodríguez, Olaeta, Mesas, Pedro Largo, Llorens, Aitor, Alfredo, Tocho, Stojilkovic, José María y Cathana. También jugaron Juanmi, Vidal y Paquito. En la plantilla del conjunto madrileño también estaban Jesús Unanua, exportero del Albacete, o un jovencísimo Samuel Eto’o, con sólo 16 años y cedido por el Real Madrid.
El árbitro del encuentro fue el extremeño Valle Gil, que el año anterior tuvo un discutible arbitraje en la visita del Albacete al campo del Eibar en un partido que se perdió (1-0) y que frenó al conjunto manchego en sus intenciones de luchar por el ascenso. En este encuentro tuvo una buena actuación, con la expulsión de Alfredo por doble amarilla, la segunda en una fea entrada en la que lesionó a Josico. También vieron amarilla en el Leganés Llorens y Mesa, mientras que por el Alba la vieron Diego y Velamazán.
El Albacete dependía de sí mismo y no quiso especular con el resultado. Desde el primer minuto salió a ganar y tuvo como protagonistas a dos canteranos, Leandro y Trigueros. A los 15 minutos se adelantó el Albacete en una buena jugada de Trigueros, que llegó hasta la línea de fondo para centrar y que Leandro cabeceara al fondo de las mallas. Con la ventaja en el marcador poco importaba lo que estuviera pasando en otros campos. Nada más comenzar el segundo tiempo hubo una buena ocasión para Vulevic, pero estuvo lento y su disparo fue rechazado, por ahí estaba Trigueros atento para coger la pelota y levantarla por encima del portero del Leganés para hacer el 0-2 que fue definitivo. El Alba finalizaba el campeonato con 50 puntos en el puesto 14, con cinco de ventaja sobre el descenso.
La anécdota del partido fue que en la grada de Butarque ya se encontraba ‘espiando’ al Albacete el que iba a ser su entrenador en la siguiente temporada, el italiano Luigi Maifredi.
