El Córdoba CF sólo ha marcado tres goles en sus 12 visitas al Carlos Belmonte
Varios equipos cordobeses han visitado nuestra capital a lo largo de la historia, ya que en los años 40 y 50 existieron otros clubes en la capital andaluza que tuvieron que enfrentarse al Albacete Balompié, caso del CD Córdoba, con el que nos medimos en Copa del Rey en la temporada 43-44 (1-0) o el RCD Córdoba, con el que nos enfrentamos en Segunda División en las temporadas 49-50 y 50-51 (3-0 y 1-1 fueron los resultados).
En 1954 nació el Córdoba CF, club que ha visitado el Carlos Belmonte en 12 ocasiones, dejando a un lado la visita de su filial en la campaña 13-14 en Segunda B (1-2). En esas 12 visitas del primer equipo cordobés el dato más significativo es que sólo logró marcar tres goles y llevarse la victoria una sola vez. El resto de enfrentamientos fueron seis victorias para el Albacete y cinco empates.
La primera visita del Córdoba CF data de la temporada 61-62, cundo ambos militaban en el grupo sur de la entonces dividida Segunda División. El encuentro de máxima expectación y jugado a mediados de marzo de 1.962, acabó con empate (1-1), con mayor merecimientos para los locales ante el líder del grupo y gran candidato al ascenso, y eso que jugaron gran parte del choque con un hombre menos, situación por la que defraudó el cuadro cordobés.
El Albacete formó con Rafa, Salas, Arnaiz, Mateo, Vilchez, Monroy, Luna, Simón, Jiménez, Moli y Periquín. Con lluvia durante todo el choque, en el minuto 17 era expulsado Arnaiz, con excesiva rigurosidad por parte del colegiado navarro Orrantía, que luego seguramente quiso compensar señalando una pena máxima 10 minutos después a favor del Albacete que Vílchez se encargó de materializar. El partido se le puso cuesta arriba al Albacete ya que, además de expulsión de Arnaiz, en la segunda parte se lesionaron Vílchez, y Periquín. Entonces no se podían hacer sustituciones, así que tocó defender a la heroica y en el único descuido de la zaga, a la salida de un córner, Juanín, de cabeza, lograba el tanto del empate en el minuto 77.
En los años 80 hubo tres enfrentamientos en Segunda B, todos con victoria albaceteña. El primero fue en la temporada 83-84, con el Alba luchando por alcanzar las primeras plazas de la tabla y el Córdoba por eludir un descenso a Tercera que no pudo evitar. Julián Rubio reaparecía en este partido y el equipo lo notó en positivo. Con Garmendia, Gómez, Leo, Ángel, Tolo, Hernán, Rubio, Jiménez, Escarbajal, Madrona y Gervasio en el equipo titular (Gómez y Álvarez entraron en la segunda parte), el conjunto manchego ganó con solvencia y los goles de Madrona, Gervasio y Jiménez y en el Córdoba destacar la presencia de un ya veterano Josu Ortuondo, que luego sería clave para recuperar la categoría al año siguiente en sus últimos coletazos como jugador antes de emprender su carrera como técnico.
En la temporada 86-87, con la vuelta del Albacete a Segunda B tras un año en Segunda, el Córdoba regresó al Belmonte y cayó por 1-0, con gol de Miguel en un mal partido de los manchegos, a pesar de su triunfo. El Alba formó ese día con Sala, Gómez, Agustín Camaho, Diego Quintero, Mario, Catali, Miguel, Tapia, Parada, Antonio y Ramos, jugando también Silos y Hernán.
En la 89-90 el Albacete de Benito Floro recibía al Córdoba ya encaramado en el primer puesto de la clasificación, pero justo después de recibir su primera derrota en casa del Granada tras haber ganado las cinco primeras jornadas. El conjunto manchego fue esa temporada un rodillo camino del ascenso a Segunda, reservado únicamente y de forma directa al campeón de grupo, y lo demostró en este partido que ganó por 3-0 con total autoridad, y eso que se lesionó Antonio antes de acabar la primera parte y eso mermó la capacidad ofensiva de los de Floro. Catali marcó por partida doble y el tercero fue obra del defensa Rodolfo en propia puerta. Floro formó ese día con Oliver, Sancho, Menéndez, Monfi, Quique, Catali, Manolo, Chesa, Antonio, Patri y Corbalán, jugando también Cabrero y Huedo. El Córdoba, en el que jugaban, entre otros, Anquela y Miguel Ángel Portugal, falló un penalti, que López-Murga envió a las manos de Oliver.
Tuvieron que pasar más de 10 años hasta que Albacete y Córdoba volvieran a verse las caras, en la temporada 99-00, en las últimas jornadas del campeonato, a finales de abril del año 2.000. El mismo día del partido hubo Junta de Accionistas, donde el Consejo liderado por Mariano López Ruiz daba cuenta de sus primeros pasos para solucionar la espeluznante deuda de 1.600 millones de euros que se habían encontrado tras provocar el relevo al frente del club. El Albacete estaba cerca de conseguir el objetivo de la permanencia y el Córdoba de Escalante veía posibilidades de ascender a Primera. El triunfo fue para los de Julián Rubio por un corto 1-0, que hizo sufrir al final a los manchegos en un encuentro en el que tuvieron la ocasión de golear. El gol fue obra de Geli en el minuto 12 de partido, con un centro-chut que se envenenó por el viento y que no pudo atajar Chilet, guardameta del Córdoba. Sala regresó ese día al equipo titular después de dos meses fuera por cuestiones técnicas, y también fue novedad un gran Sabas, que cuajó una gran actuación. El once del Alba estuvo formado por Julio Iglesias, Juanlu, Aitor Ocio, Corona, Padilla, Geli, Sala, Melgar, Sabas, Vulevic y Basti. También jugaron Jesús Muñoz, Javi Guerrero y Rubén Vega.
En las tres visitas siguientes, en años consecutivos, se produjeron tres empates sin goles. En la 00-01 destacó el gran partido de Carlos Cano, actual entrenador de porteros y que ese día evitó la victoria de un Córdoba que fue mejor, además en los días previos al encuentro se produjo la inexplicable salida de Juan Sabas, que se marchó al Linense de Segunda B pero la jugada le salió mal y reconoció después su equivocación al marcharse. En la 01-02 las defensas se impusieron a los ataques y el protagonista del choque fue un lamentable colegiado, el aragonés Clos Gómez, con un festival tarjetero contra el cuadro local y total permisibilidad al bando visitante, lo que provocó que hasta el bueno de Paco Herrera se llevase una amarilla. En la campaña 02-03 el Albacete del segundo ascenso a Primera División fue un querer y no poder frente a un Córdoba muy bien ordenado y seguro atrás. De todas formas, el punto sumado por los de Ferrando colocaba la Albacete líder tras la 11ª jornada.
En la temporada 07-08 se volvieron a encontrar en Segunda y se produjo la única victoria del Córdoba CF en sus visitas al Carlos Belmonte. El partido era clave para las aspiraciones de uno y otro, pues ambos luchaban por evitar el descenso en la recta final del campeonato. Era la jornada 37, el Albacete marcaba el descenso con 42 puntos y el Córdoba era penúltimo con 40. La victoria cayó del bando verdiblanco por 0-1, con gol de Acciari en el minuto 55, con un Córdoba entrenado por José González. El equipo de Máximo Hernández se iba al hoyo, aunque sacando fuerzas de flaqueza se evitó el descenso, lo mismo que hizo el Córdoba sobre la bocina, ya que se salvó al fallar Abraham Paz un penalti en el minuto 95 el Cádiz-Hércules de la última jornada que descendió al Cádiz salvando al Córdoba.
En la temporada siguiente el partido llegó en un momento álgido de la guerra abierta contra todo y todos por parte del entonces Consejo de Administración del Albacete, presidido por Ubaldo González y dirigido por Gonzalo Panadero. Llegada la jornada 34 en la que se disputó el partido apenas se hablaba de fútbol. Los diferentes juicios con César Ferrando, la falta de confianza en el técnico al que hasta le habían retirado la palabra, como él mismo denunciaba, la oposición de Candel y Palazón apretando, expedientes a Antonio Gómez, entonces técnico del filial. De todo menos fútbol. Juan Ignacio Martínez aguantaba como podía mientras el equipo acariciaba la permanencia. El consejo se desmoronaba y Gómez Rebenaque, el primero en abandonar el barco de la sinrazón, juntaba sus acciones con Candel y Palazón para convocar una Junta Extraordinaria. El mismo día que se anunciaba, dimitían Gregorio Fernández y Severiano Landete, consejeros que formaban parte de la comisión deportiva y eran defensores a ultranza de Juan Ignacio Martínez. Panadero entonces tenía carta libre para destituir al entrenador, lo que hizo tras el 1-1 frente al Córdoba en el Belmonte, dos días después de la marcha de Fernández y Landete. El partido fue malo, con gol de cabeza de Íker Begoña en el minuto 50 y empate de Pierini en el 68. El lunes siguiente Juan Ignacio Martínez era destituido y, con la permanencia totalmente encarrilada, el todavía director deportivo Máximo Hernández volvía a hacerse cargo del Albacete. Por fortuna se estaban viviendo los últimos coletazos de una etapa de continuos conflictos en el club.
De todas formas la situación deportiva no mejoró mucho y a la temporada siguiente, con una plantilla ambiciosa pero mala elección de técnico, el Albacete volvió a encontrarse en las últimas jornadas peleando por evitar el descenso. El Córdoba visitó el Belmonte en la jornada 38 y se encontró con un Stuani en estado de gracia. El uruguayo se bastó para dar cuenta del equipo andaluz pues fue el autor de los tres goles que se marcaron en el partido (3-0). Con este hat-trick, Stuani sumaba ya 19 goles y el Albacete se acercaba a una salvación que no lograría, de todas fomas, hasta la última jornada.
La última visita del Córdoba CF, ya que en la campaña 13-14 el que visitó el Belmonte en Segunda B fue su filial, se produjo en la campaña 10-11, en la que el Albacete, después de tantos años jugando con fuego, se terminó quemando y perdió la categoría. De todas formas la visita del Córdoba se produjo en la jornada 18, disputada el 2 de enero de 2011. El Alba había despedido 2010 con un triunfo en Soria frente al Numancia que rompía una racha de 11 jornadas sin ganar y confirmaba los síntomas de mejoría al derrotar al Córdoba por 1-0, lo que significaba sumar su quinto partido sin perder. El gol lo marcó Asen, que poco después protagonizaría una salida del club incomprensible, pues la entidad decidía abrir la puerta a uno de los pocos jugadores que encontraba el camino del gol en una plantilla que se había quedado excesivamente corta de calidad en su composición. El caso es que cuando la cosa empezaba a enderezarse, la salida de Asen y la llegada de jugadores fuera de forma que Calderón empezó a poner en el equipo titular, significó el inicio de una cuesta abajo que no terminó hasta el descenso de categoría.