Un solo enfrentamiento, que nos amargó las Navidades
El Albacete y el Llagostera sólo se han encontrado una vez en Liga, precisamente la temporada pasada, la primera en la que el club catalán estaba en la LFP en toda su historia. El partido jugado en el Carlos Belmonte, correspondiente a la jornada 18, nos trae malos recuerdos, porque nos amargó las Navidades. Ambo conjuntos hicieron una mala primera vuelta, pero el Llagostera despegó precisamente gracias al triunfo en casa del Albacete e inició una remontada que lo llevó a estar salvado mucho antes que el Albacete e incluso rozó la zona de playoff de ascenso.
El equipo de Luis César parecía levantar la cabeza y nada mejor que ganar en la última jornada del año para abandonar el farolillo rojo y pasar las Navidades con algo de optimismo, pues no en vano se habían sumado 10 puntos en las seis jornadas anteriores después de haber logrado sólo cinco en los 11 primeros partidos.
La visita del Llagostera, un recién ascendido con problemas y sólo un punto más que los manchegos, era perfecta para ganar, adelantar a los catalanas y, posiblemente, algún puesto más, pero las cosas no salieron como la afición esperaba y la decepción fue grande.
El resultado fue de 0-2, la imagen del Albacete pésima y el rival se aprovechó para llevar el partido a su terreno y hacerse con el triunfo. El Alba salió dormido y evidenció múltiples carencias, acentuadas cuando se enfrentaba a equipos que, como él, estaban en la parte baja. Presión a la salida del balón, líneas muy juntas y gran dosis de intensidad. Con esas premisas Imaz adelantó al Llagostera en el minuto 15 al aprovechar un saque de banda mal defendido y un despeje blando de Núñez. Antes, ya se había lesionado Edu Ramos, aunque no fue sustituido hasta el minuto 22. Keko era el único capaz de aportar algo en ataque, con un centro del campo desaparecido en combate y las mejores ocasiones para el equipo visitante.
En la segunda parte salió el Alba con la intensidad que se echó en falta en la primera, pero el primer acercamiento del Llagostera significó un penalti de Núñez y Sergio León que Imaz se encargó de transformar en el 0-2. El partido acabó en un monólogo de un desesperado Albacete contra un ordenado Llagostera que supo mantener a raya las embestidas locales. Chumbi se rompió el radio, otro lesionado, aunque acabó el partido; Pulido acabó jugando de delantero y Rubén Cruz desaprovechó al final un claro mano a mano con el portero del Llagostera. Estuvo claro que no era el día del Albacete y la última jornada del año deparó un importante decepción entre los aficionados, que cada vez veían más negro el futuro del equipo manchego en la temporada de su retorno a la Liga de Fútbol Profesional.

