
La permanencia deportiva y económica llegó en Palamós
El Llagostera llegó a Segunda División por primera vez en su historia la temporada pasada y antes nunca se había encontrado con el Albacete Balompié. Tras el varapalo sufrido por los manchegos en la primera vuelta, el partido a disputar en Palamós se presentaba muy distinto. Si antes el Alba estaba hundido y el Llagostera sacando la cabeza de la zona baja, en el encuentro celebrado un miércoles 21 de mayo de 2015 el Albacete estaba seis puntos por encima del descenso y el Llagostera con opciones de alcanzar los puestos de play off de ascenso.
Ese mismo día, la Audiencia Provincial de Albacete dictaba la resolución que sacaba al Albacete Balompié de la liquidación, con lo que el match ball lanzado por el propio presidente del club se ganaba y el Albacete no desaparecería. Con esa buena noticia el equipo salió muy motivado en Palamós, en un partido donde el viento, la Tramontana, fue protagonista.
El Llagostera tenía muchas bajas en este partido. Querol, Aimar y Tito estaban sancionados, Ruyman, Pere Taradellas y el tercer portero Nico Ratti estaban lesionados. Oriol Alsina y Lluis Carrillo, entrenadores del cuadro gerundense, formaron con René, Masó, Pedro Alcalá, Vallho, Enric Pi, Barnils, Jordi López, el albaceteño Alberto Perea, Imaz, Eloy Gila y Sergio León. También jugaron Pitu, Ríos y Juanjo. El Albacete tenía las bajas del lesionado Pulido y el sancionado Antoñito. Luis César formó con Dorronsoro, Carlos, Gonzalo, Núñez, Paredes, Edu Ramos, Portu, Keko, Samu, César Díaz y Rubén Cruz. También jugaron Mario Ortiz, Cidoncha y Chumbi.
El colegiado del encuentro fue el castellano-leonés De la Fuente Ramos, que mostró una tarjeta amarilla al local Jordi López y a los visitantes Miguel Núñez, Rubén Cruz y Gonzalo.
El Alba había perdido sus dos últimos partidos, notando la baja de Pulido, mientras que el Llagostera acumulaba 15 jornadas sin perder.
Desde el primer minuto el Albacete se mostró muy ambicioso, pero pasado el primer cuarto de hora era el Llagostera el que dominaba y creaba problemas en la portería defendida por Dorronsoro. Sin embargo, con dos zarpazos, el Alba puso el partido muy de cara. En el minuto 22 un buen contragolpe llevado por Samu y Rubén Cruz terminó con el remate de César Díaz para convertirse en el 0-1 y en el 24, otra vez con Rubén Cruz como asistente, era esta vez Keko el que lanzaba un potente disparo ante el que nada podía hacer René. Con mucho partido todavía por delante el Albacete se colocaba 0-2 en el marcador y el Llagostera recortaba distancias antes del descanso con un gol de Enric Pi al aprovechar un mal despeje de Paredes.
Al empezar la segunda parte precisamente Paredes pudo marcar en un lanzamiento de falta. También hubo ocasiones para Keko y Rubén Cruz. No lograba el Alba matar el partido a la contra. En el minuto 74 se reclamó un penalti en el área manchega por caída de Perea y un minuto después Sergio León cabeceaba una falta botada por Ríos para subir el empate en el marcador. En un último apretón, en el minuto 85, Keko lograría el 2-3 en un remate en semifallo y una pifia de René que sirvió para que el Albacete se llevase la victoria y la permanencia virtual.
El cuarto puesto por la cola, que lo ocupaba el Racing de Santander, quedaba a nueve puntos de distancia, justo lo que quedaba por jugarse. Sólo una carambola remota podría llevar al Albacete al descenso. Los de Luis César tenían que perder los tres partidos que quedaban por jugarse, que Racing y Osasuna ganasen sus tres partidos y simultáneamente el Tenerife sumase cuatro o más puntos. Obviamente nada de eso pasó y definitivamente unos días después, con la victoria en el Belmonte sobre el Mallorca, se confirmó una permanencia que se había sellado en Palamós frente al Llagostera.
