Dentro de los Vintages del Alba hoy nos quedaremos con la visita de la UD Almería al Carlos Belmonte en la temporada 1996-97, en la que el equipo manchego se quedó con la miel en los labios en su intención de retornar a Primera, pero que gracias a su victoria sobre los andaluces en la penúltima jornada del campeonato en el Carlos Belmonte mantuvieron sus esperanzas de ascenso hasta el último día.
El Albacete había conseguido algo que quedará para la historia y difícilmente, por no decir que es imposible, se volverá a producir, ya que el club manchego es el único que ha sido capaz de descender de Primera a Segunda durante dos temporadas consecutivas. El Alba descendió en la 94-95 en la promoción con el Salamanca, pero los problemas de Sevilla y Celta con el tema de los avales propició el ascenso administrativo de Albacete y Valladolid. Otra vez en Primera y otra vez en la promoción, esta vez con el Extremadura, el conjunto manchego volvió a perder la categoría y regresó a Segunda tras cinco años en la Liga de las Estrellas.
Esa temporada 1996-97 no comenzó muy bien. Con Manolo Jiménez en el banquillo se empezó con más sombras que luces y dado que el único objetivo era el de retornar a Primera, el técnico cacereño, que venía de ascender al Hércules, fue destituido tras la quinta jornada, a pasar de que el Alba había ganado al Écija por 2-0 en el Belmonte. Se acababa de cambiar el Consejo de Administración y los nuevos dirigentes, bajo la presidencia de Agustín Argandoña, creyeron que esa 12ª plaza que ocupaba un equipo que debía luchar por el ascenso no era la apropiada. Llegó Mariano García Remón, que cuajó un buen año y que logró meter al equipo en la lucha por el ascenso.
Una buena racha ya en la recta final de la temporada puso el Alba en órbita. Cuatro victorias y un empate en cinco partidos pusieron al equipo de García Remón en la tercera plaza, puesto de promoción de ascenso. Ese año, tras el lío del anterior en el que estuvo involucrado el Alba con el ascenso administrativo, había dejado 22 equipos en Primera y eso había que arreglarlo. Así, esta campaña 1996-97 no ascendía los dos primeros y promocionaban tercero y cuatro, sólo promocionaría el tercero y el cuarto recibiría una suculenta compensación económica.
Dos derrotas seguidas bajaron al Alba de los puestos de privilegio y llegó la jornada 37 en el Carlos Belmonte con la visita del Almería, que se encontraba sólo a un punto de la zona de descenso. El Alba era cuarto a dos puntos del tercero, Salamanca, y cuatro del segundo, Mallorca, con el líder Mérida inalcanzable al estar a seis puntos y con golaveraje particular perdido.
Ese domingo 1 de junio de 1997 el Albacete de García Remón formó con Valerio, Juanlu, Diego Rodríguez, Gonzalo Arguiñano, Ortega, Manolo, Jesús Muñoz, Iván Helguera, Josico, Yahaya y Aquino. Tambien jugaron Dani Bouzas, Menéndez y Vasiljevic. El Almería, que entrenaba el toledano Pedro Braojos, formó con Iru, Popovic, Lambea, Míchel, Julio, Andjelkovic, Dorado, Pedro, Peralta, Cuaresma y Estéfano. También jugaron Paniagua, César y Pía.
El colegiado del encuentro fue el vizcaíno Contador Crespo, que estuvo bien, en contra de lo habitual, mostrando cartulina amarilla a Manolo e Iván Helguera en el Albacete y a Julio en el Almería. El Carlos Belmonte registró una buena entrada, con casi un millar de aficionados almerienses y el primer equipo haciendo el pasillo a las categorías inferiores del club que tras conseguir varios títulos salieron en los prolegómenos para recibir el aplauso del Belmonte.
En el Alba se dejaron sentir los nervios y la presión por la situación, mientras que el Almería, también nervioso, pero por estar abajo, mostró claramente sus intenciones de venir a por un empate. Así, el partido no resultó vistoso y las acciones ofensivas locales sólo pudieron llegar en acciones a balón parado, única solución encontrada por los jugadores de García Remón para llegar a la portería defendida por Iru. El central francés Dorado dejó mudo al Belmonte cuando estrelló un balón en el poste tras quedarse sólo ante Valerio, aunque Manolo puso la réplica justo antes del descanso estrellando un balón en el travesaño. El rechace le quedó a Yahaya, que sólo tenía que empujarla, pero envió el balón a las nubes para desesperación de la parroquia local.
En la segunda parte el Alba dio un paso al frente, aunque su centro del campo seguía sin funcionar y con el Almería cerrado atrás todo quedaba a la suerte o inspiración en el balón parado. Con el cuadro andaluz agobiado por la presión local llegó en el minuto 69 un saque de esquina que Aquino puso a la perfección sobre la cabeza Iván Helguera, cuyo traspaso a la Roma italiana iba a ser noticia la semana siguiente. El cántabro cabeceó a la red, logró el 1-0 con el que acabaría el partido y mantuvo el sueño de pelear por el ascenso en la última jornada. La semana fue convulsa, Helguera optó por la Roma en lugar de irse al Real Madrid, donde luego acabaría jugando, y eso cabreó a García Remón que lo dejó fuera del último partido ante el Leganés, donde había que ganar para optar a la tercera plaza. El Alba no ganó, se quedó cuarto y con la miel en los labios, mientras que el Almería perdió con el Orense en casa en un duelo directo por la permanencia (2-3) y descendió a Segunda B.
{gallery}/Alba_18-19/vintage/10-almeria/imagenes/{/gallery}
AFICIÓN
{gallery}/Alba_18-19/vintage/10-almeria/aficion/{/gallery}