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Vintage Osasuna-Albacete 03-04, Un empate muy valioso

Varias son las visitas que ha hecho el Albacete a Pamplona a lo largo de su historia, casi todas para jugar en El Sadar, pero los resultados no han sido muy favorables que digamos. Sólo una vez logró vencer el equipo entrenado entonces por Julián Rubio, triunfo del que ya fue objeto un Vintage del Alba. Apenas tres empates y unas cuantas derrotas, entre ellas la del primer partido en la historia del club manchego en Primera División. Obviamente todo esto no son más que datos estadísticos, historia, cuya influencia en el presente no tiene más que el mero deseo de poder aumentar los datos positivos, llegado el caso, o mejorar los negativos, como el que nos ocupa. Pero siempre es bonito recordar partidos, sobre todo por el recuerdo de épocas, jugadores o situaciones que el club ha vivido a lo largo de su historia, con el valor incalculable de las fotografías de Jesús Moreno y su hijo y heredero de la maestría de su padre, Josema Moreno.

Hoy nos vamos a quedar con uno de los partidos disputados en Primera División, el único de los cinco disputados en la máxima categoría en la que el Alba logró arañar un punto en El Sadar. Se trata de la temporada 2003-04, en la que el equipo de César Ferrando había vuelto a Primera unos cuantos años después de la hazaña de Benito Floro. El partido, correspondiente a la 20ª jornada de Liga, se disputó un 18 de enero de 2004.

La situación de ambos equipos era entonces bien distinta, aunque al final de temporada ambos quedaron en la mitad de la tabla juntos con un punto de diferencia entre uno y otro. Entonces, tras la jornada 19 en la que el Alba había perdido en casa con el Valencia, equipo de Ferrando ocupaba la 16ª plaza con 20 puntos, empatado con el Celta y el Zaragoza, este último abriendo la zona de descenso. Por su parte el Osasuna del mexicano Javier Aguirre estaba arriba, en la sexta plaza, con 29 puntos, disputando los puestos de competición europea.

El Alba había acabado dignamente la primera vuelta, pero necesitaba más puntos para salir de la parte baja y pudo sumar uno en su visita a El Sadar, en un partido tremendamente complicado. El equipo había sufrido unos cuantos ‘atracos’ arbitrales, con expulsiones y penaltis que hicieron levantar la voz de alarma entre los dirigentes del club manchego. Antonio López Alfaro pidió “respeto” por parte de los colegiados y el presidente Ángel Contreras reconocía que “nos hemos visto perjudicados por algunos arbitrajes, pero esperamos que como suele pasar al final del campeonato la balanza esté nivelada”.

El partido en El Sadar estuvo marcado por la climatología. Lluvia, viento y mucho frío. El campo estaba impracticable y el Alba tenía que lidiar con unas condiciones en las que los locales estaban más acostumbrados.

César Ferrando alineó a Almunia, Óscar Montiel, Pablo Ibáñez, Buades, Paco Peña, Viaud, Álvaro Rubio, Líbero Parri, Pacheco, Deporte y Aranda. También jugaron Simeón, Pablo García y Mikel.

Aguirre jugó con Sanzol, Unai Expósito, Cruchaga, Josetxo, Antonio López, Puñal, Pablo García, Waldo, Aloisi, Múñoz y Bakayoko. También jugaron Alfredo, Seguro e Iván Rosado.

El colegiado del encuentro fue el castellano leonés Turienzo Álvarez. Fue un partido muy complicado, por el estado del campo y la intensidad que pusieron los dos equipos. Pudo pitar un penalti de Delporte sobre Waldo y no señaló un claro fuera de juego precisamente de Waldo en el remate que dio origen al gol local. Hubo tarjeta amarilla para Josetxo y Bakayoko en el bando local y para Almunia y Viaud en el visitante.

El partido comenzó bien para el Albacete, pues a los cinco minutos se adelantaba en el marcador. Hubo una buena jugada entre Aranda y Pacheco, dos de los mejores aquella tarde. El malagueño perdió la pelota en el área, pero entre la indecisión de Expósito y el uruguayo Pablo García para despejar, apareció el francés Laurent Viaud para marcar con la zurda. Era el primer gol del francés con la camiseta del Alba. El tanto le dio confianza para realizar un partido soberbio en un campo muy complicado, por el rival y por las condiciones del terreno de juego.

Al Alba le costaba mucho generar ocasiones claras, era un problema persistente durante la temporada. Pachecho era un peligro constante, pero le faltaba remate. Todo lo contrario que un Osasuna que, con el marcador en contra y en su casa, fue una pesadilla para la defensa manchega, que bregó lo que pudo contra el empuje local y volvió a tener al navarro Manuel Almunia como uno de los mejores. La temporada del guardameta cedido por el Celta ya se vislumbraba como que iba a ser espectacular. La casta y lucha que le pusieron los 14 jugadores del Alba fue digna de mención, de ahí que el punto conseguido supiera a gloria, aunque no pudieran ser tres. El empuje local tuvo su recompensa en el minuto 33, con un remate de cabeza de Waldo, en posición de fuera de juego, que se estrelló en el palo y el australiano Aloisi estuvo vivo para cazar el rechace llegando desde atrás.

En la segunda parte el partido fue un calco. Los primeros minutos fueron de dominio manchego, pero las llegadas se diluían cuando se pisaba el área rival. Luego toco bregar ante el empuje de Osasuna, que intentó ganar el partido y metió mucho miedo, pero el Alba supo defender con uñas y dientes el resultado y llevarse un punto muy valioso, tanto por el rival como por las duras condiciones en las que se jugó el encuentro.

Al portero Almunia no le guardaban un buen recuerdo en el Sadar tras su marcha en juveniles del conjunto pamplonica al Celta, el estadio entero grito varias veces 'Almunia muerete'

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