
La de «Los Miércoles de Chinchilla» es una tradición que se había perdido y que en solo unos años ha vuelto gran impulso, como recuerdan sus organizadores en la web habilitada sobre esta tradición. “Es el impulso de la nostalgia, la fuerza con que la memoria nos devuelve las vivencias agradables y nos ayuda a olvidar otros aspectos que las acompañaron y que resultaban menos placenteros. No en vano quienes han rescatado Los Miércoles son los mismos niños y adolescentes que vivieron y disfrutaron de las últimas ediciones en la anterior etapa, niños y adolescentes convertidos ahora en adultos emprendedores”, indican.
Así, buena parte de los vecinos han preparado hoy unas figuras, las visten y las colocan ante la puerta de sus casas para que reciban con expresión inquietante a las visitas.
Además, ahora la ciudad se parece un poco más a la memoria de aquellos niños que han dado forma a la nostalgia: la fuente que se levantaba en el centro de la Plaza de la Mancha, a lo mejor el monumento desaparecido que más echan de menos los chinchillanos, volverá a estar muy cerca de donde estuvo hasta que fue desmontada en el año 1.966.Va siendo costumbre otra vez, recorrer las calles, subir las cuestas, adentrarse por los recovecos de este antiguo emporio medieval para contemplar todas y cada una de las parejas que figuran en el programa.
