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Y la Puerta Grande se abrió para Dámaso… Adiós al grito de: «¡Torero, Torero!»

Cariñosa y emocionante despedida para el gran Dámaso González, que en su adiós está recibiendo las muestras del gran cariño que todos los albaceteños y el mundo del toro le tenían.

Tras una capilla ardiente por la que han pasado miles de personas, y con grandes figuras del toreo entre los presentes, muchos de ellos grandes amigos de Dámaso como Enrique Ponce, que ha portado el féretro del diestro albaceteño, el féretro daba la vuelta al ruedo de La Chata y después abría la Puerta Grande.

Despedían a Dámaso González al grito de «¡Torero, torero!» y llevaban el féretro a hombros hasta la Catedral de Albacete.

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