Los jabalíes han causado decenas de accidentes cada ejercicio en los últimos años en la provincia, según datos de la Dirección General de Tráfico, en puntos como la carretera de Ayora a la altura de La Felipa o la N-322 cerca de Mahora, en algunos casos con víctimas mortales.
Hasta ahora, si uno de estos animales provoca un accidente y es un coto de caza se podían pedir responsabilidades al dueño o dueños del mismo, pero a partir de ahora la Ley de Seguridad Vial que se está tramitando responsabilizará al conductor que arrolle animales en cotos de caza.
Otra opción ahora era también intentar que sufragara los gastos la Consejería de Fomento, titular de las carreteras en la Junta de Comunidades, aunque si en la vía hay señales que indican el peligro por el cruce de animales se solía desestimar la propuesta de los conductores afectados.
La ley de Seguridad Vial, que ahora está en su trámite en el Senado dispone que en un accidente provocado por el arrollamiento de un animal de caza “será responsable de los daños a personas o bienes el conductor del vehículo”, si bien no se le podrá reclamar el valor de los animales arrollados.
La única excepción para inculpar al titular del coto o al propietario del terreno es si el siniestro se produce como “consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor”, siempre y cuando el accidente ocurra en el momento de la cacería o en las 24 horas posteriores a que concluya. Pero si el atropello sucede en ese tiempo y los cazadores buscaban conejos o perdices —especies de caza menor—, el culpable también será el automovilista.
La futura norma conserva la posibilidad de inculpar a la Administración solo si “no ha reparado la valla de cerramiento en plazo” o “por no disponer de la señalización específica de animales sueltos en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con los mismos”, pero no por el mal estado de la vía.
Cabe apuntar que en la provincia de Albacete, en 2013, fueron más de 40 los accidentes causados por jabalíes; en 2012 hubo 40 y en el año 2011 habían sido 44.
A estos habría que sumar también los producidos por otros animales como los perros que se escapan o abandonan sus dueños y que también suelen causar accidentes, aunque en este caso responde el propietario del animal si se puede identificar.