La web Expatistan ha vuelto a elaborar un ránking de cuáles son las ciudades más caras y más baratas para vivir y Albacete está entre las mejor posicionadas en este aspecto.
Este informe sitúa a Vitoria, San Sebastián, Barcelona, Madrid y Bilbao como las cinco ciudades más caras de España, y a Albacete, Badajoz, Huelva, Sevilla y Salamanca, como el quinteto más barato.
Esta plataforma compara el coste de la vida entre distintas zonas en base a la información que recopila de los internautas. En total, tiene hoy 1,4 millones de datos sobre precios de productos y servicios de uso diario que se consumen en 1.950 ciudades repartidas en 200 países. Datos que han sido aportados por 136.000 usuarios a lo largo y ancho del mundo referentes a alimentos, vivienda, ropa o transporte, entre muchos otros, y que se actualizan continuamente.
Con esa información, que también contrasta, Expatistan calcula el coste de vida de cada ciudad en comparación con una urbe de referencia a la que ha asignado un valor 100 (en ranking actual ha escogido Praga). Así, si otorga a una capital un índice 149, como hace con Madrid, significa que vivir en ahí es un 49% más caro que en Praga, según recoge Expansión.
Pero Madrid, con esta metodología, no es la que ostenta el mayor coste de vida de las 47 ciudades españolas que analiza. El liderato corresponde a Vitoria (155), seguida de San Sebastián (154) y Barcelona (151). Ya por detrás de la capital, se sitúan Bilbao (145), Oviedo (144) o Pamplona (140). En el otro lado de la balanza, se colocan Albacete y Salamanca (107), Badajoz (109), Huelva (113), Sevilla (116), Cádiz (118) o Cáceres (120).
Eso sí, las ciudades más caras sean también las que cuentan con los salarios más altos del país. Los tópicos se reafirman: las 10 capitales con mayores ingresos por hogar se localizan en el norte, con San Sebastián y sus 30.550 euros a la cabeza (la media española es de 24.368 euros). En Gerona y Vitoria se superan los 28.000 euros. Tarragona y Bilbao rebasan los 27.000 euros. Y en Barcelona, Lérida, Oviedo y Burgos, los 26.000 euros. Las peores noticias son para los madrileños, pues figuran en los primeros puestos al hablar de carestía de la vida, pero el salario medio anual queda en 25.720 euros.
De todas estas cifras se extraen dos conclusiones. La primera es clara: que los índices, pese a ser los más completos disponibles, ofrecen sólo una aproximación, pues faltan datos de muchas ciudades. La segunda es que España no es un país barato. En todas las zonas para las que existen datos el coste de vida está por encima del de la urbe de referencia, de forma que incluso Albacete sería un 7% más cara que Praga.
Esta diferencia puede sorprender, pero el resultado queda avalado por el desglose de cifras: por ejemplo, Praga y Albacete ostentan precios similares para el alquiler de un piso de 45 metros o en el bonobús, pero en la ciudad española es más caro el cine (1,5 euros más) o el menú del día (1,4 euros).
Para suplir esas carencias estadísticas, sí hay estudios particulares mucho más completos sobre distintos artículos y servicios.
El análisis sobre el coste de la vida debe comenzar irremediablemente por la vivienda, pues suele absorber la mayor porción de los ingresos familiares. Hay multitud de comparativas en este capítulo, pero el más reciente corresponde a Tinsa, cuyos datos avalan el ranking de Expatistan. Así, Barcelona es la ciudad más cara, con 3.316 euros por metro cuadrado.
El carrito de la compra es el segundo gran protagonista de los presupuestos familiares. Y aquí también hay diferencias notables que, de nuevo, confirman los principales números del ranking general de coste de la vida. Las ciudades donde resulta más caro hacer la compra están en el norte de España: Barcelona, Pamplona, Gerona, Bilbao y San Sebastián, según el análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Mientras, las más baratas son Vigo, Córdoba y Murcia.
A la hora de hablar de impuestos, y teniendo en cuenta la porción de ingresos que absorbe la vivienda, es imprescindible hablar del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). De nuevo, la cabeza de la tabla viaja al norte: Lérida y Tarragona lideran el ranking del esfuerzo fiscal absoluto del IBI (la llamada contribución urbana), con 140,02 y 131 euros, respectivamente. A continuación se sitúan Soria (128,75 euros) y Toledo (127,76 euros). Sin embargo, en la parte baja de la clasificación no sirven las distinciones geográficas, pues las capitales con la contribución más baja son Pamplona (22,69 euros), Vitoria (43,99 euros), San Sebastián (47,10 euros), La Coruña (50,85 euros) y Gerona (53,25 euros).