0 comment

Vintage Cádiz-Albacete 91/92: Un empate en la previa al Carnaval

Albacete y Cádiz se encontraron por primera vez en aquella temporada 1961-62 en la que el conjunto manchego apareció de forma esporádica en Segunda División. Tuvieron que pasar casi 30 años para llegar a la edad moderna y que ambos equipos se encontrasen en la máxima categoría del fútbol español. Era los años en los que el Cádiz parecía ahogarse, pero se salvaba en el último suspiro y mantenía la categoría. Para el Alba, fue su irrupción entre los grandes, aquella mítica campaña 1991-92 que es, sin lugar a dudas, la mejor en la historia de la entidad.

El equipo de Benito Floro estaba maravillando al fútbol nacional. El Alba era el equipo de moda y se enfrentaba a un Cádiz que preparaba su maravilloso carnaval. El encuentro se disputó un 23 de febrero en el Ramón de Carranza, fin de semana anterior a que la fiesta del disfraz y el desenfreno paralizara la vida de los gaditanos. Por ello ya se respiraba ese ambiente festivo y se veía muchos disfraces en aquel fin de semana.

Era la jornada 23 y el Alba estaba en boca de todos. El equipo manchego se presentaba acumulando 13 jornadas sin perder y ocupando la quinta plaza en la clasificación con 27 puntos, uno menos que Valencia y Atlético de Madrid, que lo precedían, cinco menos que el Barcelona que marchaba segundo y siete menos que el líder Real Madrid. La afición estaba loca, viendo a su equipo codeándose con los más grandes, cuando hace apenas tres años luchaba por no acabar en Tercera División. A pesar de ser un largo desplazamiento, medio millar de valientes acompañaron al Alba en el Ramón de Carranza en aquella tarde de febrero. El Cádiz, con una plantilla más que interesante, mezcla de veteranía y juventud con un futuro prometedor, andaba por abajo, el cuarto por la cola, con 16 puntos, cuatro más que el colista Español (que por entonces todavía se ponía con eñe).

Ramón Blanco, entrenador del Cádiz, contaba con jugadores de la experiencia del guardameta húngaro Szendrei, el defensa Carmelo, el Beckenbauer de la Bahía, o el mítico Pepe Mejía, el mayor de los hermanos. En el otro lado de la balanza, jugadores que hicieron una importante carrera futbolística y que acaban de entrar en la veintena de años, como el Mami Quevedo o Moisés Arteaga, y el más joven de todos, con 19 años y ya un ídolo en el Carranza, Kiko Narváez.

Hubo otro protagonista en el partido que apareció sin ser invitado, el famoso viento de Levante que sopló con fuerza y, en cierta medida, condicionó el juego de ambos equipos. En la primera mitad lo tuvo el Alba a su favor, en la segunda sopló a favor del Cádiz. Curiosamente la primera parte fue para el equipo de Floro y la segunda para el de Ramón Blanco, con un empate final que para el Albacete significaba mantener una semana más su racha inmaculada, ya de 14 encuentros sin conocer la derrota.

Benito Floro formó ese día con Conejo, Geli, Juárez, Sócrates Parri, Oliete, Catali, Zalazar, Chesa, Julio Soler, Aquino y Menéndez. También jugaron Antonio y Pedro Parada. La salida de Antonio se produjo en el minuto 70 después de que Oliete se llevase un golpe en la cara en una confusa jugada y el lateral zurdo del Alba acabó conmocionado. Floro decidió meter al ariete de Iniesta y retrasar la posición de Menéndez, que había comenzado como extremo.

Ramón Blanco alineó esa tarde a Szendrei, Raúl, Carmelo, Oliva, Mateos, Poli, Fali, Kiko, Quevedo, Mejías y Arteaga. También jugaron Milanko y Barla.

El colegiado del encuentro fue el canario Sosa Saavedra, que no supo frenar a base de tarjetas el brusco juego gaditano, no quiso saber nada de una posible falta de Juárez dentro del área y anuló un gol al Cádiz al filo del tiemplo reglamentario por caída de Conejo en un balón colgado en el que el cancerbero costarricense fue trabado por un jugador del Cádiz. En definitiva, dejó descontentos a unos y a otros. Mostró cartulina amarilla a Kiko, Julio Soler y Zalazar. El partido fue televisado por las cámaras de Canal Plus, en una época en la que sólo se retransmitía dos encuentros, el de los sábados por la noche en la cadena pública y el de los domingos por la tarde en el canal privado y codificado.

En la primera parte el Albacete fue dominador, pero a pesar de tener el viento a favor y el control del balón, no fue lo suficientemente ambicioso para haber desnivelado más la balanza. Aquino se encontró con un veterano Carmelo que supo ponerle freno, aunque lo mejor salió de las botas de Zalazar. Quizás motivado por su pasado cadista, el caso es que el uruguayo, sobre todo en la primera mitad, con el viento a favor, ofreció todo un recital que desarboló una y otra vez a una nerviosa defensa local.

El 0-1 llegó en el minuto 21. Oliva intentó una cesión a su portero, pero lo hizo mal y por allí estaba un avispado Aquino, que con un potente zurdazo batió al húngaro Szendrei. El Cádiz quedó muy tocado, pero el Alba, en lugar de dar un paso adelante para rematar la faena, se conformó y se puso a contemporizar. Craso error, porque el Cádiz espero su momento en la segunda mitad, con el viento a favor, para poner en serios apuros al Alba. Con todo, el equipo de Floro pudo sentenciar en el único córner que lanzó en la segunda mitad, en la que se trató de hacer la misma jugada que había dado el triunfo en Oviedo unas jornadas antes y Chesa conectó con el balón, pero en esta ocasión el chut le salió muy desviado.

El Cádiz quemaba sus naves en la recta final del choque y obtuvo su recompensa en el minuto 75. En una larga jugada Quevedo logra rematar de cabeza y el balón se estrella en el poste, pasando por encima de Conejo y cayéndole a los pies de Kiko, que no desaprovechó la ocasión para hacer el 1-1. El empate hizo justicia, en un partido donde cada equipo dominó una parte y el Alba se marcó contento con su positivo, mantener su quinta plaza en la clasificación de Primera y seguir una semana más invicto en la mejor campaña de su historia.

{gallery}/Alba_18-19/vintage/28-cadiz/imagenes/{/gallery}

 

AFICIÓN

{gallery}/Alba_18-19/vintage/28-cadiz/aficion/{/gallery}