Ninguno de los dimitidos gestores del Albacete Balompié se ha presentado esta mañana al acto de conciliación con los empleados, que ha tenido lugar en los servicios de Empleo, con motivo de la demanda interpuesta por los trabajadores después de llevar ocho meses sin cobrar.
El abogado del club estaba en el acto pero también como afectado y no han recibido orden de los dimitidos gestores de acudir para tratar de alcanzar un acuerdo, con lo que la situación acabará en los juzgados.
Lo incomprensible es que desde la entidad el anterior presidente, Agustín Lázaro, representante en el consejo de José Antonio Iniesta, está realizando gestiones que implican el desembolso económico de ciertas cantidades, como la rescisión de contrato con Kelme -por cierto se sigue sin nueva marca para las camisetas- o el despido de Santamaría, que no contaba para el míster pero con el que se llegó a un acuerdo pese a la situación económica.
Mientras tanto, la situación de los trabajadores -con sueldo nada elevados- adquiere tintes de trágica, ya que llevan ocho meses sin cobrar, tienen que acudir cada día a su puesto de trabajo porque sino sería una baja voluntaria y ahora deberán esperar al juicio, que podría tardar en salir algunos meses. Viven situaciones muy trágicas, con amenazas de desahucios o teniendo que tirar de su familia para poder sobrellevar esta situación y atender a sus hijos.