Pedro López, de Ferretería Chinchilla, que ha vuelto por tercera vez a llevar ayuda a Ucrania, junto a su amigo Mariano, ha hecho parada a la vuelta en Andorra para animar al Albacete Balompié. Precisamente en Andorra, hemos podido hablar con ellos, que nos han relatado lo orgullosos que volvían de poder llevar alimentos o pañales para los niños en su cargamento.
Destacaban que, en este tercer viaje, en la frontera de Rumanía con Ucrania, les recibió en su casa Iván, consejero del presidente en una comunidad de los Cárpatos, que les invitó a comer, al estar muy agradecido con ellos, pudieron pasar la frontera con él y estar en Ucrania.
Su afición por el Albacete Balompié está muy presente en este viaje y nos indican cómo allí había un niño de unos diez años, contándoles que su padre era médico y estaba en la guerra. Mariano tenía su camiseta del Alba en la mochila, para el partido en Andorra, y se la dio al niño, que se la puso encantado y muy ilusionado. Todavía muy emocionados nos relataban en Andorra cómo Iván les agradeció enormemente el gesto con el niño y cómo no olvidarán la cara de ilusión del niño.
Al final te queda esto, ver que ya hemos sido capaces de llevar 7,5 toneladas de ayuda, desde una humilde ferretería de Chinchilla de Montearagón. Con el esfuerzo de todos los vecinos al final sale y te queda esa satisfacción», destacaba Pedro.
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Mariano relataba que incluso «esta vez nos llevamos un jamón y les enseñamos a partir jamón, también que pudieran probarlo».
«Allí ya no venden ni gasolina a la gente, porque no tienen nada, hay carencia de todo, se te parte el alma lo que ves, aunque te queda la satisfacción del deber cumplido, ver la cara de alegría de los voluntarios cuando llegas allí y descargas», relata Pedro, que recuerda cómo «Nos daban las gracias porque hemos ido ya tres veces, aunque están a 3.000 kilómetros».
Relata que «son días muy bonitos, que te rodeas de mucha gente y ahora me ha salido otra historia para colaborar con un colegio en Uganda, a través de una Fundación Solidaria».
Mariano destaca que Villar de Chinchilla ha colaborado también con la parroquia, gracias al párroco Antonio que hizo un llamamiento.
Y ambos apuntan que «ahora ya no es la incertidumbre del primer viaje, ya es como ir a casa. Desde el segundo viaje, familias de allí nos han invitado a comer en sus casas».
Una de estas noches incluso nos cuentan que durmieron en la casa de un matrimonio que nos estaba muy agradecido.
Haces un trabajo humanitario y eso es con lo que te quedas», insisten.
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De este viaje, subrayan que anoche vinimos por Suiza, Austria y Alemania para llegar hasta Andorra y poder ver también al Albacete Balompié. «En Hungría nos tuvieron retenidos varias horas, por el excesivo celo que tienen en sus controles», recuerdan tras un duro viaje.
Señalan que Mariano le comentó a Pedro, mientras hacían el planing, que había visto que el domingo jugaba el Alba y podían verlo en Andorra. Así, hasta aquí se han venido para hacer una parada con la que dar aliento a los de Rubén de la Barrera.
De hecho, se han encontrado hoy con jugadores como Bernabé y Alberto Jiménez y que el guardameta del Albacete les ha dicho que «vamos a ganar por vosotros, gran motivación».
La primera bandera que llevábamos en la furgoneta, de España, se la quedaron allí en el primer viaje «porque fuimos los primeros en estar y se la quisieron quedar hasta que acabe la guerra».
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Pedro indica que ahora intentará volver pero recogiendo donativos con los que volar hasta la zona y comprar allí alimentos o material que dejar a los ucranianos. De hecho, relata que llevan gastados unos 500 euros en peajes, más la gasolina.
Detalla que la ayuda sigue haciendo falta, aunque ya no llega como al principio, porque estas situaciones se normalizan y en Ucrania, sin embargo, siguen viviendo una guerra que mantiene sin nada a la población.
Hemos visto cómo hay personas que salen con su vida en una bolsa y se te parte el alma», recuerdan llenos de emoción tras la vuelta del que es su tercer viaje a Ucrania.
«Se emocionan mucho con nuestra ayuda y con eso nos quedamos», concluyen.
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