El delantero Antonio Calle se ha despedido este mediodía del Albacete Balompié, club con el que termina contrato, muy emocionado, sin poder evitar las lágrimas y destacando que está «muy orgulloso de haber defendido esta camiseta». Ha estado acompañado por el secretario técnico Víctor Moreno y ha recibido un fuerte aplauso de parte de los presentes en la rueda de prensa. «Aquí hay un aficionado más del Albacete y el club me tendrá para lo que necesite», ha destacado Calle.
«Mi reto personal era dejar al club de donde yo en parte también lo había sacado», ha apuntado el jugador. «Mi reto era devolver el club a Segunda División y con la ayuda de mis compañeros y de todo el mundo lo hemos conseguido».
Calle ha subrayado que «el club se ha portado como un club señor en todo momento conmigo» y que «entiendo que esto podía pasar, que es una decisión como me dijeron puramente deportiva». Ha incidido en que «estoy muy agradecido de todo lo que me ha dado este club en lo profesional y en lo personal». «Es el club más bonito de donde he estado y en el que más cariño me han dado».
Ha dado las gracias a todos los trabajadores que han pasado por el club «que siempre me han tratado como uno más». «Me he sentido como un albaceteño más y quiero agradecer a toda la afición las muestras de cariño que me están mandando».
Se ha acordado «de mis compañeros, por este año tan bonito y tan grande, que son muy grandes como personas y como futbolistas». No se ha olvidado tampoco del míster y ha detallado que «gracias a él soy mejor futbolista y he aprendido mucho».
«Entiendo que el club tiene que tomar decisiones y lo respeto profundamente», ha insistido el delantero.
A preguntas de los medios ha indicado que el momento más bonito con el que se queda es «el ascenso, la vuelta a Segunda», aunque ha recordado otros «como la victoria en Copa frente al Atlético de Madrid».
De su futuro ha dicho que «necesito pensar y ver qué pasa», ya que él tiene aquí su vida personal, su mujer trabaja en la ciudad y sus hijas van aquí al colegio. «Son momentos delicados y duros y al final uno tiene que pensar y meditar porque es difícil mover la familia otra vez», aunque ha dicho que «habrá que ver qué cosas salen e intentar tomar la mejor decisión».
Ha matizado que él se encuentra muy bien para jugar pero que «también entiendo que es difícil para los equipos firmar a un jugador que va a cumplir 36 años». «Hay que ver qué sale y ya decidir», incidía.
Ha apuntado que «sabía que esto podía pasar» aunque «indudablemente sí que es verdad que yo tenía una ilusión tremenda por seguir, pero entiendo que tienen que tomar decisiones. Esto es fútbol».
Cuestionado por si cree que podría volver a trabajar para la estructura del Alba, ha apuntado que «no descarto nada» y ha incidido en que «no pensaba que volvería después de cómo salí la primera vez y mira cómo estamos ahora. Le he dicho a Víctor que el club me tiene para lo que necesite».
Víctor Moreno ha detallado de él que es «un grandísimo jugador» y que tanto a él como a Luis César, el míster, «nos ha costado mucho tomar esta decisión». Ha indicado que «en momentos difíciles hemos estado juntos y nos hemos ayudado, de ahí que sean decisiones difíciles de tomar, aunque al final es una operación deportiva que puede ser positiva o negativa y cada uno tiene su lectura, aunque no tiene que impedir esta despedida que es lo menos que podemos hacer por este jugador que ha sido un emblema y que nos ha ayudado a subir el equipo a Segunda División». Ha precisado que el presidente, José Miguel Garrido, y Santiago Pozas querían estar en la rueda de prensa pero no han podido hacerlo.