Nopara, la intriga, la conspiración y la maquinación han sido siempre señas identificadoras del llamado virrey del Salobre, no se tapa, no se oculta para conseguir sus deseos, y con la ya conocida humildad franciscana con que se presenta, su forzada sonrisa, y con un pelo que vuelve a caérsele por momentos, está en todos los saraos, en todos los movimientos, en todos los espectáculos, ya sean de carácter cívicos, religiosos, políticos, o de hacer de mayordomo cortesano con la Duquesa de Alba, o como en este último caso que hemos conocido, de garante de la pureza en las próximas elecciones venezolanas, en las que si Dios quiere Chaves muerto, volverá a ganar por goleada. Quien nos lo iba a decir, de aquel chico tímido y frágil de los jesuitas, se pudiera convertir en todo un experto en chanchullos electorales.
Aquí, en su tierra, ganó todos los eventos electorales que se celebraron durante años, no tenía enemigo suficiente, a todos los derrotó, por lo civil o por lo criminal, pero nadie pudo con él, tenía a la Región en un puño, presumía en sus buenos tiempos que nada se le escapa de lo que ocurría en esta tierra ¡! Hay si Juan de Dios no hubiera sido tan prudente y honesto!
Bono ya estuvo hace años, ocho, aproximadamente en Venezuela, firmando con el bolivariano Chaves unos contratos sobre la venta de aviones y barcos a su Gobierno, venta, que trajo bastantes complicaciones para el Sr Bono, por la negativa de los americanos en facilitarle la tecnología necesaria a barcos y aviones, por lo que la venta se convirtió en todo una chapuza y un fracaso total.
Ahora vuelve a título personal, sin mandato político alguno, sin dar explicaciones a gobiernos o partidos, no hará criticas del actual gobierno, ni de la situación del país, solo será un “observador” que hará informes sobre las elecciones, entonces nos tendremos que preguntar ¿a quién informará? ¿Para qué tanto viaje?
¿Si el Gobierno, el Partido Popular, y mucho menos el Partido Socialista, no le han pedido su intervención, para que servirá su trabajo? Por cierto, ¿quién corre con los gastos?, porque Dn. José tira con pólvora de la buena, y en cuestión de dinero no perdona
Estos días las revistas llamadas del corazón no lo han presentado como anfitrión de lo más selecto, con la portadora de mayores títulos nobiliarios, con la única, con la más grande, con la duquesa de Alba, Bono disfruta con todo esta parafernalia, con todo este boato, y en su casa de Toledo dio un festón en su honor. Según las crónicas entre los invitados no se encontraba Hernández Molto.
Y si a la Constitución le faltaba algo, aparece nuevamente Bono, y con varios ministros de la derecha, lanzan un manifiesto que resumiéndole bastante, nos vienen a decir que la norma por la que nos regimos desde el 78 no vale, está superada, “salvemos la Constitución” “salvemos a España” y claro como aquí hay mucho ingenio y mucho chusco rápidamente le han contestado, “y quien nos salva a nosotros de Bono” de eso se trata, de que este hombre se dedique a lo suyo a lo que más le gusta a ganar dinero, a los caballos, a alternar con lo más florido de la sociedad, a soltar de vez en cuando frases escogidas en los escenarios más selectos y a descansar.
Hace bien el Sr. Bono en querer estar en todos los acontecimientos que le parezca, pero hay que exigirle que cumpla el acuerdo de la Cámara de Diputados de la Región, que renuncie a los beneficios y privilegios que el mismo se otorgó, y viva y pasee como cualquiera de los demás mortales, sin cargar las arcas regionales.