La Asociación Cultural de Castilla-La Mancha en Terrassa conmemora su XXV aniversario, y el presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, se ha desplazado hasta allí para participar en el acto inaugural, junto al diputado provincial de Cultura, Miguel Zamora, acompañando a sus socios y socias.
El Centre Cívic Municipal President Macià acogía anoche esta cita, en la que Cabañero agradecía al presidente de la entidad, Miguel Tomás Vélez, su invitación, y les felicitaba no sólo por esta celebración, sino “por todo lo que han hecho posible”, aludiendo a lo que significa que una organización como ésta abra sus puertas ‘al otro lado’ de nuestra región.
Además, el presidente de la Diputación de Albacete puso el foco en el origen de estas entidades culturales, y miró atrás para recordar a quienes un día hicieron las maletas “cargadas de tradiciones, recuerdos y experiencias que mantienen toda la vida en el corazón”, advirtiendo que “ser castellano-manchego no depende del código postal”.
De hecho, dejó claro que lo verdaderamente importante no es dónde se nace, sino “cómo se cuida lo que somos”, apuntando que “uno puede vivir en cualquier lugar del mundo y seguir sintiéndose albacetense o castellano-manchego”.
En este sentido, Cabañero explicó que “es un placer y también una obligación” participar en esta celebración “porque es una forma de corresponder al trabajo que venís realizando a lo largo de estos 25 años, cuidando nuestras raíces, difundiendo nuestra cultura y poniendo en valor una identidad compartida y no excluyente”, y remarcó que esa identidad no se defiende desde las trincheras o las fronteras, “sino desde la convivencia, enriqueciendo a dos territorios y, en eso, aquí sois un ejemplo”.
También puso de relieve que “Albacete tiene 87 municipios y el número 88 son los albacetenses en la diáspora”, aclarando que desde la Diputación sienten la responsabilidad de estar “al lado de quienes en un momento, por unas cosas u otras, tuvieron que dejar su tierra de origen y salir a buscar oportunidades en otras tierras de acogida”.
Asimismo, señaló el esfuerzo que realizan desde la Casa de Castilla-La Mancha en Terrassa para conmemorar este aniversario y el espíritu aperturista y acogedor que caracteriza a esta gran ‘familia’, y les trasladó un mensaje de apoyo de la Diputación de Albacete en el desarrollo de esta cita y siempre.
En este sentido, Cabañero reafirmó el compromiso de su Gobierno con estas asociaciones culturales, señalando el trabajo que se está realizando desde la institución albacetense para estrechar relaciones con las Casas Regionales que conviven en la geografía española, creando comunidad, enriqueciendo nuestra identidad y cultura y favoreciendo la vertebración territorial a través de sentimientos compartidos.
La migración, “dos caras de una misma moneda”
Durante su intervención, Cabañero también habló de la migración, advirtiendo que la emigración y la inmigración “son las dos caras de una misma moneda, pero les damos connotaciones distintas”, y subrayó que todos y todas somos inmigrantes y emigrantes, “depende desde dónde nos miren”.
Así, explicó que “cuando hablamos de nuestros emigrantes, lo hacemos en términos positivos, como embajadores, porque es como tiene que ser; son personas que se llevaron lo mejor de nuestra tierra en su corazón y lo han mantenido vivo en otra tierra. Y olvidamos que ese emigrante en origen es inmigrante en el destino, y debemos entender que viene a crear oportunidades, que trae tradición, cultura…, que enrique y hace más mestizo un territorio y, por tanto, mejor”.
El presidente de la institución albacetense concluía sus palabras reiterando un mensaje de agradecimiento a quienes integran esta Casa de Castilla-La Mancha en Terrassa “manteniendo vivo el hilo invisible que une nuestros territorios”, y ensalzó su labor “para que Castilla-La Mancha también se pronuncia en catalán, y que Cataluña tenga acento manchego”.
Actividades mestizas
Durante el acto, al que asistieron diferentes miembros de la Corporación Municipal, se dio lectura al pregón que marcaba el inicio de la celebración, con Alfredo Vega encargado de pronunciarlo y, posteriormente, se procedió a la inauguración de una exposición fotográfica, ‘XXV años de historia’, y a una actuación musical. Para finalizar la jornada con la degustación de productos castellanomanchegos.
Las actividades, que se prolongarán durante todo el fin de semana, incluyen ballet, música y danza tradicional con folclore de ambos territorios y una comida popular de hermanamiento (migas manchegas).