
El partido que este sábado jugará el Reus ante el Córdoba probablemente sea el último en la historia del centenario equipo rojinegro, ya que después puede acabar llegando la desaparición, como lo recoge Marca. Así de crudas están las cosas para el club reusense, que ha visto como la plantilla ha decidido no aceptar la oferta realizada por la Liga de hacerse cargo de sus nóminas pendientes y las venideras de esta temporada, y en cambio sí ha decidido denunciar en su mayoría los tres meses de impago que se acumulan desde este pasado lunes.
Los jugadores no aceptaron la propuesta de La Liga que no incluía pagar ni al cuerpo técnico ni al personal del club. Además, no les permitiría realizar más fichajes y por tanto les obligaría a disputar el resto de Liga con las fichas actuales, es decir, dieciséis del primer equipo. Por esa razón, los jugadores han decidido seguir adelante con su decisión de denunciar al Reus y ahora el club tendrá cinco días a lo sumo para ponerse al día económicamente o los jugadores se desvincularán -pudiendo fichar por el club que deseen- porque la ley les ampara.
Esta decisión, de todos modos, acabaría siendo funesta para la entidad, ya que sin jugadores -se necesitan una docena como mínimo con ficha profesional para poder competir- el CF Reus no podría disputar ningún partido y por tanto acabaría siendo retirado de la competición, sin olvidar que las denuncias económicas seguirían vigentes y obligarían al club a empezar desde cero pero con unos número rojos tremendos para una categoría no profesional.
Los jugadores esperarán hasta el lunes para conocer si hay novedades respecto a la entrada de capital en la SAD que controla Joan Oliver, el máximo accionista y a quién consideran el principal responsable de este desaguisado, quien por otra parte tampoco se ha pronunciado pese a esta terrible amenaza que se cierne sobre el club. En caso de que hubiese noticias y se pudiesen poner el día de pagos todos los trabajadores del club -extremo por otra parte muy difícil ante el poco tiempo existente y la importante cifra acumulada-, las denuncias podrían acabar retirándose -cada jugador decidiría- y el CF Reus podría seguir compitiendo.
Si el Reus desaparece a priori se daría por ganados al resto de rivales los partidos jugados contra él.
