En el Congreso Socialista regional celebrado el pasado día 15 del mes pasado, adquirió más importancia y transcendencia las declaraciones de José Bono, referidas al anterior presidente de la Caja de Ahorros de la Región, Sr.Hernández Moltó, que al echo que allí les había convocado: la elección de García Page como Secretario Regional de los socialistas.
Uno no sabe que pensar al leer y escuchar a José Bono en la defensa de Molto en el citado Congreso, no venia a cuento, no era el momento, y no podía hacerle mayor putada a Page que esta intervención. Según cuentan, el nuevo secretario socialista, no sabía como taparse o esconderse, por la vergüenza que le estaba haciendo pasar, nadie entendida esa defensa cerrada que Bono estaba haciendo del que fuera empleado suyo.
Cuentan que del asombro y estupefacción, pasaron a la sonrisa maliciosa, ante las estrambóticas y estrafalarias afirmaciones que estaba diciendo, llego a afirmar “que estaba apenado por ver a Molto buscando donde podía comer todos los días” Hay que tener cara para hacer estas afirmaciones, cuando él mismo, afirmaba hace unos días, que un grupo inversor americano le quería fichar para que administrara capitales, pues, ya lo saben, o se lo llevan a su casa a comer, o le entregan los cuatro euros ahorrados para que los invierta el pájaro.
Pero Bono no paró ahí en su defensa, criticó a sus propios compañeros socialistas por “demonizar a Molto, cuando “lo que hay que hacer es defender a gente decente e inocente como él”. Los congresistas no sabían que hacer si reír o llorar de tanta vergüenza.
Molto exultante y satisfecho a más no poder manifestaba donde le podían oír, que “esta, la socialista, era su casa, y que las palabras de Bono, son las de un amigo que conoce la verdad.
¿Cuanto habrá obedecido por razones políticas Molto, a Bono y Barreda?
¿Cuántos créditos se concedieron siguiendo instrucciones y ordenes, de los políticos, para empresas y empresarios insolventes, que decir del Aeropuerto, del Reino de D. Quijote, y de compras de periódicos, sin que se presentaran los avales suficiente, como se los hacían exigir a cualquier ciudadano que se acercaba a sus oficinas, alguno tuvo que aportar la propiedad de la tumba donde descansaba la abuela hacia 70 años para que le dieran una mierda de préstamo, y este, Molto, con el puro, y la visa más solvente, a comer en los restaurantes mas elegantes y caros. Pues ahora, que no tiene, que acuda a estos, a cuenta de la cuantiosas propinas que dejaba, y que le paguen el menú del día.
Todo esto sucedió en la elección de Page como jefe del partido socialista manchego, de su programa, de su forma de dirigir al renovado partido, nada de nada, gracias a la generosidad de Bono.
