Acabo de leer otra vez a Cicerón sus famosas Catilinarias, y no he tenido más remedio que acordarme de nuestra situación política, y como los políticos la entienden cuando están por encima sus deseos y aspiraciones que las del propio país al que representan.
Tendremos que aguantar a tanto tonto con mando en plaza política que no solo juega con nuestros dineros sino que también con nuestros sentimientos, y encima nos da lecciones de moral.
Tendremos que aguantar a tanto político inútil que después de dejar emborronado su trabajo, y haber sido denunciado por incapaz, se pasea por ahí, dando lecciones de sabiduría
Tendremos que aguantar a tanto golfo que anda por ahí suelto, sin que responda por sus tropelías cometidas en ejercicio de sus responsabilidades políticas
Tendremos que esperar para ver a Hernández Multo paseándose por las ciudades y no entrar en el trullo. ¿Será verdad que el PP le tiene miedo y respeto por lo que sabe y oculta?
Hasta cuando va dejar de mentir Rubalcaba al manifestar que el posible apoyo del Gobierno en Bankia es la primera vez que un Gobierno ayuda a una institución financiera ¿Quién puso más de tres mil millones para salvar momentáneamente a la Caja de Ahorros de Castilla Mancha y luego subastarla?
Hasta cuando tendremos que aguantar las ambiciones y deseos personales de Cascos y tenga a una Comunidad histórica como Asturias, pendiente de sus caprichos y de sus pactos pueblerinos.
Hasta cuando tendremos que aguantar a un tipo perdedor como Griñan que por mantenerse en el poder es capaz de vender a una Comunidad, y renunciar sus principios socialistas, gobernando a estas horas de la historia con el comunismo más radical.
Hasta cuanto tendremos que aguantar al PP, en su falta rigor en llevar a los tribunales a los socialistas por el despilfarro cometido en la Región, cuyo último exponente es el mercadillo descubierto en almacenes de Toledo.
Tendremos que pagar la nomina a tanto individuo gandul perezoso e incapaz que no han dado un puto golpe a favor de la comunidad, y siempre desde la teta de la mama, hasta ahora, viviendo del presupuesto publico.
Tendremos que consentir las pensiones e indemnizaciones vergonzosas que se les otorga a los políticos cuando cesan en su actividad pública, mientras que a los ciudadanos se les aplica la legislación vigente.
Hay Cicerón, Cicerón si llegas a vivir en nuestra época y hubieses conocido la catadura de los políticos, sus manejos, y el peligro que representan para la ciudadanía, aquel corrupto y golpista de Catilia de tu época, te hubiera parecido la Madre Teresa de Calcuta.
¿Hasta cuando abusaran de nuestra paciencia?