La actividad gripal en España continúa descendiendo por cuarta semana consecutiva y, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, está acercándose ya a los niveles previos al inicio de la onda epidémica que comenzó en enero. En Castilla-La Mancha la tasa se sitúa en 51,2 casos por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media nacional.
Así se desprende de los resultados del último informe publicado por este organismo relativo a la semana del 17 al 23 de febrero, que muestra como en dicha semana la tasa de contagios ha vuelto a descender un 31,4 por ciento con respecto a la semana anterior, pasando de los 101,45 a los 69,56 casos por cada 100.000 habitantes. El umbral epidémico establecido para esta temporada son 58,46 casos por 100.000 habitantes.
Ya por debajo de la media nacional se sitúan Extremadura (66,2), Castilla y León (65,9), Andalucía (62,3), País Vasco (60,1), La Rioja (57,9), Madrid (54,8), Cantabria (51,5), Castilla-La Mancha (51,2), Navarra (51,1), Baleares (46,8), Comunidad Valenciana (40) y Ceuta (36,7), mientras que de Galicia y Murcia no se especifican datos.
Aunque sigue predominando la circulación mixta de los virus AH3 y el AH1N1, la evolución de la actividad gripal es en general decreciente con respecto a la semana previa con excepción de Canarias y Melilla, en las que la incidencia de gripe fluctúa.
De hecho, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y País Vasco se sitúan por primera semana en valores pre-epidémicos, y otras cuatro redes (Cataluña, Castilla y León, Extremadura y Navarra) están muy cercanas a lograrlo.
Además, el informe muestra como el descenso de las tasas de incidencia de gripe es «significativo» en todos los grupos de edad salvo en el de los mayores de 64 años.
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