La cena entre José Bono y Emiliano García-Page con Pablo Iglesias, líder de Podemos, sigue dando que hablar, aunque unos y otros se esfuerzan en no reconocer que ahí se forjó el pacto para acabar con el Gobierno de María Dolores Cospedal si eso era posible, como se lo adelantamos en su momento.
Consciente de que habían cerrado el pacto con el ‘jefe’ de Podemos, Emiliano García-Page salió pletórico el día de las Elecciones, en la medianoche del 24 de mayo, dando por hecho que sería el próximo presidente de Castilla-La Mancha. Y para escenificar todavía más, pero sin decirlo, esos flecos, salió respaldado por José Bono. Tanto es así que hasta el subconsciente le traicionó en parte de su discurso y dio las gracias «por los bonos» en lugar de los «votos».
Aunque el candidato de Podemos a la Junta de Comunidades, José García Molina, no estuvo en esa cena. Es más, entonces todavía no era ni candidato a la Junta porque no estaba culminado el proceso de primarias. Y a José García Molina, un profesor que ha destacado por activa y por pasiva que no quiere «sillones», solo «trabajar por los ciudadanos», no le ha sentado nada bien el discurso triunfalista de Page. Ello ha hecho que le emplace dentro de un semana para la primera reunión entre ambos y que le haya dado el primer aviso diciendo que o Page no sabe contar o tiene un pacto con el PP porque de no ser así no entiende su discurso.
Pero lo cierto es que el acuerdo está hecho, falta por perfilar los términos del mismo y si se hará con acuerdos durante la legislatura o un pacto -esta idea parece que no es la elegida en el seno de Podemos- y el nuevo partido lo tiene «fácil» en la región para justificar su apoyo a García-Page alegando que no quiere ser ‘cómplice’ de las políticas de ajuste del Partido Popular.
A fecha de hoy oficialmente no se confirma el acuerdo PSOE-Podemos pero fuentes socialistas han asegurado a este medio que en el partido están todos muy «tranquilos» y que García-Page será el próximo presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El 18 de junio parece la fecha escogida para salir de dudas. Sin un acuerdo PSOE-Podemos para entonces el nombramiento del próximo presidente o presidenta de la región se retrasará, según lo marca la legislación regional.