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Piden prisión permanente revisable para la madre acusada de asesinar a su bebé recién nacido en Elche de la Sierra

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete iniciará este próximo lunes, 17 de noviembre, el juicio contra la vecina de Elche de la Sierra acusada de haber asesinado a su bebé recién nacido, al que metió en bolsas y tiró al cubo de la basura, negando en el Hospital de Hellín -donde fue trasladada para recibir asistencia por una hemorragia- que hubiera estado embarazada. Ocultó el embarazo a su marido y a toda su familia.

Los hechos ocurrieron el 4 de enero de 2023 y ella fue detenida tres días más tarde, encontrándose en prisión provisional desde entonces. En su momento, el caso –que saltó a todos los informativos nacionales- causó un gran shock en Elche de la Sierra, donde residía la mujer -que entonces tenía 34 años y una hija de tres-. Ahora será juzgada por un jurado popular y se enfrenta a la prisión permanente revisable.

En el escrito de acusación del Ministerio Fiscal se indica que CNG había dejado de acudir a la consulta de control de su embarazo cuando estaba de cinco meses, si bien ya antes habría dicho a su marido y familia que había sufrido un aborto, por lo que nadie de su círculo más íntimo sabía que estaba embarazada cuando nació el niño.

El escrito detalla que la mujer se puso de parto el 4 de enero de 2023, por la tarde, y que era plenamente consciente de qué pasaba, «con pleno conocimiento de su estado, «pues ya había sido madre en otra ocasión». Aún así no pidió ayuda ni para ella ni para el niño, según el escrito, «con la intención de que nadie se enterara de su estado de gestación y del nacimiento de su hijo, a cuya vida quería poner fin», en el baño de su casa, dio a luz a un niño», como lo recoge el citado escrito que destaca que el bebé «. Dio a luz en el baño de su casa y nació un niño «en buen estado».

El fiscal lamenta en su escrito que «con ánimo de terminar con la vida de su hijo, cuya supervivencia dependía exclusivamente de ella», además de no ofrecerle la asistencia mínima, con el fin de asegurarse que «perdía la vida y que nadie podría encontrarlo y, en su caso, prestarle ayuda», la madre «cortó con unas tijeras el cordón umbilical, lo metió en una bolsa de basura y ésta en otra bolsa de plástico, que cerró con un nudo, y tiró al pequeño al cubo de la basura de su casa, donde lo dejó morir».

Esa noche, cuando su suegra llegó a casa vio el suelo manchado de sangre y la acusada le dijo que era porque tenía una menstruación muy abundante y dolorosa, pero no dijo nada del parto. Su marido la trasladó al Hospital de Hellín y allí ella negó haber dado a luz, así como haber estado embarazada. El bebé, que fue encontrado en las bolsas de basura, falleció por un fracaso cardiorrespiratorio provocado por una combinación de shock hipovolémico e hipotermia y asfixia, siempre según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal.