
En la temporada 2002-03 el Albacete logró el segundo ascenso a Primera de su historia. Por eso nos hemos parado en aquella temporada para rememorar un espectacular Albacete-Spórting de Gijón. Era sólo la sexta jornada, pero el equipo de César Ferrando enseñó los dientes con un contundente 4-0 que fue televisado a nivel nacional por Canal Plus y que se jugó un día después de la segunda visita de la selección absoluta al Carlos Belmonte, que el 12 de octubre de 2002 ganó a Irlanda del Norte sin despeinarse (3-0). “Ojalá llenemos el Belmonte como hizo la selección” dijo Ferrando tras el 4-0 al Sporting, algo que se consiguió en la recta final, cuando el equipo apuntalaba sus opciones de ascenso.
En la retina de los aficionados manchegos todavía estaban los Castillas, Xavi, Baraja, Raúl, Puyol, Morientes, etc. que habían jugado un día antes. Quizás por ello, por haber tenido el día de antes a la selección o porque sólo era la sexta jornada y, aunque se había empezado bien, todavía había que enganchar a la afición, o incluso por la presencia de la televisión de pago, lo cierto es que la entrada aquella bonita tarde de octubre apenas llegó a los 5.500 aficionados.
El Albacete había puntuado en las cuatro primeras jornadas, con dos empates fuera de casa y dos victorias en el Belmonte, y había sufrido en la quinta su primera derrota (ese año sólo perdió cuatro partidos antes de sellar el ascenso en la antepenúltima jornada). Ante el Xerez, en el maltrecho campo del San Fernando, Bahía Sur, el Alba había sucumbido por 1-0 con un gol de Calle en el minuto 92 tras haber sufrido la expulsión del guardameta Roa en el minuto 25 tras un choque con Pineda provocado por el propio delantero, pues Roa sólo se limitó a protegerse con el brazo. El caso es que Valle Gil le mostró la cartulina roja tras consultar con su juez de línea. La venganza llegó después, o fue fortuito, pero el caso es que Pineda acabó con la ceja abierta tras un choque con Paco Peña. Con uno menos el Alba fue mejor que el Xerez de Schuster, por lo que el empate iba a ser considerado justo por todo el mundo, pero apareció Calle en el tiempo añadido para hacer sufrir al Alba la primera derrota.
La semana fue tranquila para el equipo de Ferrando, pues la ciudad estaba volcada en la visita de la selección. El Alba era sexto con ocho puntos, mientras que el Sporting había empezado francamente mal. Estaba metido en puestos de descenso con tres puntos, merced a tres empates en los cinco encuentros disputados, lo que acabó con la destitución del técnico Pepe Acebal, sustituido por Antonio Maceda, que iba a debutar como técnico en el Carlos Belmonte.
Ferrando formó ese día con: Carlos Cano; Óscar Montiel, Pablo Ibáñez, Siviero, Paco Peña; Viaud, Parri; Dani Ruiz, Jesús Perera, Munteanu; Duré. También jugaron Basti, Álvaro Rubio y Padilla.
El Sporting de Maceda jugó con: Valencia, Sastre, Christian Díaz, Chus Bravo, Tasevsky, Pablo Álvarez, Cobas, Javi Fuego, Juan, Ismael y Villa. También jugaron Lozano, Diego Alegre y Manel.
El colegiado del encuentro fue el catalán Herráez Prieto, que no quiso saber nada en las áreas, con dos posibles penaltis sobre Duré y Jesús Perera, y además puso el listón muy alto con las tarjetas en un partido bastante limpio, como lo muestra la expulsión de Sastre en el minuto 64 por dos amarillas extremadamente rigurosas. También vieron amarilla Viaud, Munteanu, Dani Ruiz, Peña; Javi Fuego y Juan, además de las dos de Sastre.
Cano, actual entrenador de porteros, estuvo ese día en la portería porque Roa tenía que cumplir su partido de sanción tras su expulsión en Xerez. El Sporting estaba muy espeso, sólo con el voluntarioso Villa en ataque tratando de generar, pero sin acompañamiento de sus compañeros, más preocupados de frenar al Alba, que maniatado en el centro del campo abusaba de los balones largos. La primera jugada trenzada de los locales acabó con el 1-0. Fue una acción que despertó a la grada de un partido que, hasta el momento, era poco vistoso. La jugada de tiralíneas acabó con el mágico toque de Parri para que Munteanu, con mucha sutileza, acariciara el balón lo suficiente para salvar la salida del guardameta Valencia.
En la segunda parte el Alba se desmelenó. La lesión de Cobas y la expulsión de Sastre colaboraron. El equipo de Ferrando sacó el tiralíneas, como había hecho en la jugada del primer gol, pero ahora para bordar el fútbol y levantar al público de sus asientos. El balón pasaba de una banda a otra hasta que se encontraba el hueco. El lateral Paco Peña se decidió a irse al ataque y eso fue decisivo. Una jugada suya acabó en el minuto 70 con el 2-0. Su pase de la muerte fue rematado por Basti, Valencia pudo salvar en primera instancia, pero al rechace estaba Jesús Perera para hacer el segundo. Poco después otro centro de Peña era rematado por Parri para hacer el 3-0 y en el 85 llegó el definitivo 4-0, tras un gran pase en profundidad de Álvaro Rubio y la generosidad de Perera para dejarle el gol en bandeja a Duré.
Esta victoria dejó al equipo manchego en la cuarta plaza, a dos puntos del líder y fue un golpe sobre la mesa que vino a ratificar que la temporada prometía para el Albacete.

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AFICIÓN

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