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Así no señor Serrano o le dará la puntilla a nuestra Escuela de Tauromaquia

El Pliego de Condiciones aprobado en solitario por el Partido Popular para la gestión de la Plaza de Toros  durante los próximos tres años, le dará la puntilla a la Escuela Tauromaquia de Albacete, una de las más antiguas y referente en toda España, y todo a pesar de la rectificación a medias que el de Fuenteálamo se ha visto obligado a realizar, ante la presión de los profesionales del mundo taurino albaceteño, con el maestro Dámaso a la cabeza.

El dichoso Pliego de Condiciones suaviza, ¡Y de qué manera!, las obligaciones del concesionario respecto de la  Escuela Taurina, precisamente todo lo que hemos denunciando como incumplimientos de los anteriores gestores del coso albaceteño. Incumplimientos que fueron salvados in extrimis por los servicios municipales, cogiendo el rábano por las hojas y haciendo un verdadero ejercicio de imaginación interpretativa, al trasladar a este tipo de contratos (Contrato Administrativo Especial) preceptos que solo se dan en un contrato de obras. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia, que dijo aquel.

Pero vayamos al actual Pliego, que como casi todos los anteriores, se sustenta en dos patas, sin contar el componente económico, con el que también estamos de acuerdo, porque entendemos que los tiempos que corren aconsejan una rebaja en el canon, así como eximir al adjudicatario de la responsabilidad de compartir los derechos derivados de la retransmisión por televisión de corridas con el Ayuntamiento, porque también comprendemos que a través de éstas se promociona la ciudad y, al fin y al cabo, es publicidad para Albacete.

Así tenemos, por un lado, la protección del abonado taurino y del aficionado en general, con una política de precios que nos parece acertada, con unas exigencias en cuanto a ganaderías y presencia de las máximas figuras del escalafón taurino correcta y que centra toda su actividad en la Feria, más allá de los festivales benéficos de Asprona o el Cotolengo, porque el tiempo ha demostrado la inutilidad de programar festejos taurinos fuera del abono de Feria, dada la escasa afluencia de público en otras épocas del año.

Y por otro lado tenemos la promoción y difusión de la Escuela Taurina y la protección a los matadores de toros locales y no tiene sentido alguno, al menos a mi juicio, que el nuevo pliego de condiciones prevea menos actividad para la Escuela Taurina que el anterior pliego, que contemplaba tres novilladas para alumnos y siete clases prácticas anuales que luego se ampliaron a once, tras la oferta de la empresa adjudicataria, cada uno de los años del contrato, mientras que en este nuevo pliego de condiciones, las novilladas de promoción se reducen a dos. Una de ellas como sustituta de la Novillada con picadores de San Juan, y las clases prácticas a cuatro y, además, sin posibilidad de mejora voluntaria por parte de la empresa adjudicataria, lo que provoca que con respecto al año anterior se pierden siete clases prácticas y una novilladas de promoción, amén de la novillada con picadores de San Juan para toreros locales, además del número de becerras que se puedan tentar por parte de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia.

Pero como Manolo Serrano pertenece al Partido Popular del que es ‘pata negra’, partido que se ha caracterizado por su afición a los recortes, que no a los recortadores, pues también ha metido la tijera en las contrataciones de alumnos y exalumnos de la Escuela Taurina en otras plazas de toros, que si bien en el número y tras la rectificación ha quedado más o menos decente, sigue sin especificarse si han de ser en plazas de primera, segunda o tercera categoría.

No hace falta licenciarse en Gestión y Administración de Empresa para caer en la cuenta que el empresario promocionará a los alumnos de la Escuela Taurina donde le resulte más fácil, cómodo y sencillo, es decir en plazas de tercera y portátiles. Por lo que ver a uno de estos alumnos en Las Ventas, La Maestranza, Valencia o Zaragoza será tan difícil como verlos torear en Marte.

Con tanto recorte, uno se pregunta si ha pensado el Sr, Concejal en los subalternos, en los picadores, en los mozos de estoque y en tantos otros que con esta medida perderán la oportunidad de sumar algún día más a sus cotizaciones a la Seguridad Social, además de ganar algún dinero fuera temporada. Mucho me temo que no.

Pero claro, visto lo que ha ocurrido en el festejo que acompaño a la celebración de I Congreso Internacional sobre la Tauromaquia, donde a nadie se le ocurrió colocar en el cartel ni a ningún diestro local o al menos a algún alumno destacado de la Escuela Taurina, solo sirve para confirmar nuestras peores sospechas y para echar más gasolina al fuego del descontento del personal taurino albaceteño. También me llama poderosamente la atención la contradicción que encierra que el PP cerrara este Congreso un domingo y una de sus conclusiones clave fue que la tauromaquia tiene que tener su espacio y presencia en las aulas de enseñanza reglada y tan solo tres días después dio luz verde a un pliego que niega, precisamente, que los alumnos de la Escuela de Tauromaquia puedan tener una mejor formación, precisamente donde la deben recibir, en la Escuela de Tauromaquia.

Y es que es PP es así y practican el ‘digodieguismo’ como nadie. Y mientras, nuestro querido Alba, que a pesar de estar a punto de ser liquidado mercantilmente, se resiste a ser liquidado deportivamente y lucha por dormir, una semana más, fuera de los puestos de descenso.