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Doña Carmen Bayod nos vuelve a tomar el pelo

Doña Carmen Bayod, a la sazón alcaldesa de la ciudad de Albacete, nos vuelve a tomar el pelo a la ciudadanía albaceteña, algo que se está convirtiendo ya en una más que peligrosa costumbre. Mal está que incumpla uno por uno todos los puntos de su menguado programa electoral; que haga todo lo contrario de lo que dijo que haría; y que prosiga empecinada en echarle la culpa de todos sus incumplimientos a la herencia recibida, a Zapatero o a Mourinho, que ya puestos a buscar culpables lo mismo da, pero que nos engañe un día sí y otro también, está ya de más.

A doña Carmen Bayod, en plena jornada de huelga general, no se le ocurrió otra cosa que aprobar un Plan de Ajuste para el decenio 2012-2022. Un Plan de Ajuste que más se parece a una maldición bíblica que a un documento de trabajo y que, entre otras cosas, preveía subidas de impuestos, recortes en los gastos generales del Ayuntamiento, en las subvenciones, en los salarios, despidos de trabajadores municipales, eliminación de varios servicios municipales y otras cuantas lindezas más por el estilo.

Este Plan se basaba en la palabra puesta de moda entre la derecha europea, “austeridad” o “sparsamkeit”, que diría la mismísima Angela Merkel. Un sustantivo que ha permitido al Partido Popular poner en marcha, allá donde gobierna, lo que su ideología les dicta y que en otras circunstancias no se hubieran atrevido ni a pensar, y que viene a suponer un ataque frontal a los servicios públicos prestados por empleados públicos y con la etiqueta de público puesta en todas sus caras.

Pues bien, ese dichoso Plan preveía en su apartado B.2.11, la paralización de todas las inversiones previstas inicialmente y la consignación, a partir del ejercicio 2013 y siguientes, mediante la concertación de operaciones de préstamo a largo plazo, un importe anual de cinco millones de euros para el plan de inversiones. Inversiones productivas que, además de mejorar las infraestructuras de la ciudad, sirviesen como estímulo a la creación de empleo, aunque fuera coyuntural, en el sector de la obra pública, uno de los más castigados por la crisis económica.

Pues ni por esas. No solo doña Carmen Bayod incumple su programa electoral, porque dice que las circunstancias le son adversas, o algo por el estilo, sino que también incumple su propio Plan, no concertando operación de crédito alguna para  inversiones en este año, financiando (¡pásmate Hilaria!), un exiguo plan de poco más de tres millones de euros con recursos corrientes. Para entendernos, lo que se puede hacer pidiendo un préstamo que se devuelve en 20 años, se hace con lo que deja de pagar a los funcionarios municipales, con lo que le sisa a la sociedad albaceteña, o con la suma de ambas cosas, que con la que está cayendo hay que tener valor.
Y mientras el Plan de Inversiones brilla por su ausencia, ahora, tres meses después de entrar en vigor el Presupuesto, pide un préstamo de tesorería de 14 millones de euros para garantizar, dice, el pago a los proveedores a 30 días de presentar la factura.

En aras de la austeridad, recortamos todo lo recortable y más allá, que diría Buzz Lightyear, y en aras de cumplir a rajatabla la Ley contra la Morosidad pedimos un préstamo de ¡¡¡14e millones de euros!!!, no sea que nos falte algo de suelto para llegar a final de mes y no podamos pagar en 30 días a Telefónica, Gas Natural, Iberdrola, Fomento de Construcciones y Contratas, Repsol, Correos, Subus, etc … porque que no nos engañen, solo esas grandes compañías aglutinan el 84% de las operaciones comerciales que realiza el Ayuntamiento, que como el resto de proveedores de menor tamaño tienen todo el derecho del mundo a cobrar por los servicios prestados al Ayuntamiento, pero no a costa de todo ni de todos, ni a cualquier precio.

Algunos líderes europeos morirán, políticamente hablando se entiende, por ‘austericidio’ y otros, como doña Carmen Bayod, por ‘austericidio y morosidicio’, si se me permiten ambos palabros. Pero, desde luego, no ‘morirán de éxito’, por haber cumplido ni el programa electoral con el concurrieron a las elecciones, ni el contenido del Plan de Ajuste, porque esa es otra, con esta operación de tesorería doña Carmen también incumple sus propias previsiones en cuanto a endeudamiento, ya que para este año 2013 prevenía más de 101 millones de deuda con los bancos y, tras su última ocurrencia, esa cifra superará los 118.

Pero qué es eso para un Ayuntamiento que incumple sistemáticamente todo lo que dice que hará. Si no hay plan de inversiones, pues no se hace; si no se procura empleo a la población desempleada, pues que no se le procura; si hay que recortar un poco más por aquí y otro poquito más por allá, pues al tajo que para mañana es tarde. Pero que no nos falte ni para pagar intereses a los bancos como consecuencia de las operaciones de crédito que tenemos en marcha, ni para cumplir como sea la Ley de lucha contra la morosidad, y si para cumplirla, y para pagar a 30 días es necesario destinar los recursos que sean necesarios, pues se destinan y Santas Pascuas; y las inversiones productivas, las que crean empleo, por muy coyuntural que este sea, pues a esperar tiempos mejores.

Ya quisieran muchos empleados municipales, ahora desempleados nacionales, y gran parte del tejido asociativo albaceteño, tanta diligencia a la hora de buscar fondos para preservar sus empleos o sus actividades.

Mientras unos y otras están siendo sacrificados en el altar de los mercados, otros y otras están siendo enaltecidos a toda costa; y todo bajo la falsa convicción de que la austeridad es mejor remedio que el mismísimo Bálsamo de Fierabrás y que la morosidad es nuestro primer problema.
Hace falta ser miope hasta decir basta, para no comprender que la falta de empleo es el origen de nuestros males y que todo lo que no sea combatirla con todos los medios que tengamos a nuestro alcance, es desperdiciar recursos y dejar a cada vez mas ciudadanos y ciudadanas no solo en la cuneta, sino también a su riesgo y ventura, mientras otros viajan en deportivos de lujo y a toda velocidad. Cosas de la crisis, dirán luego mirando hacia otro lado.