Durante la celebración del Debate sobre el Estado del Municipio, hace apenas unos días en el Ayuntamiento de Albacete, asistimos al inicio de la gira de despedida de Carmen Bayod como alcaldesa de la ciudad.
He dicho y escrito muchas veces que Carmen Bayod consiguió la Alcaldía en la tómbola de la crisis, allá por el mes de mayo de hace tres años. Y como era el día de Santa Rita, pues se tomó en serio y, además, lo aplicó con especial esmero, ahínco y determinación el contenido del refrán ese que dice “Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita”, porque ya me dirás, querido lector, que méritos acumulaba para acceder a la Alcaldía. Pero el caso que es que la voluntad popular quiso que fuera la tercera alcaldesa de nuestra pequeña historia como ciudad, y ya sabemos que para bien o para mal, la ciudadanía nunca se equivoca.
Fue jurar su cargo y todo lo que prometió en campaña electoral, de repente, se convirtió en un breve relato de ciencia ficción imposible de trasladar a la vida real y cotidiana de cualquier vecino o vecina de la ciudad de Albacete.
De repente, el prometido contrato de trabajo para todo el que votara al Partido Popular se convirtió en un carné del desempleo más; las bajadas de impuestos se convirtieron en subidas indiscriminadas; el saneamiento económico municipal se ha quedado en un mero traslado de la deuda de la casilla de los proveedores a la casilla de los bancos, además de aumentar la partida de intereses, porque, esa es otra, se pasó de deber a los proveedores a los bancos, y estos sí que no perdonan una; las ofertas de empleo público son un recuerdo de algo que sucedió alguna vez, mientras que las inversiones productivas han quedado reducidas prácticamente a la nada; las promesas incumplidas con la FAVA, en cuanto a realización de obras en los barrios se refiere, crecían como la espuma; Urvial está en la UCI cuando debería haber sido el instrumento ágil para ofrecer vivienda a quien la necesitase; y no dudó en descapitalizar Emisalba para poder disponer de algo más de suelto, por si acaso ocurre, que dicen los mayores.
En estos tres años, ha reducido a la plantilla municipal a la mínima expresión, demasiados servicios municipales han bajado la persiana casi a la misma velocidad que la ciudadanía se bajaba del autobús por la subida de precios, los bordillos de las calles se han pintado de azul para hacer caja y la práctica deportiva ha pasado a ser un artículo de lujo.
Además, con el paso de los meses y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, ella misma, pero sobre todo sus concejales y concejalas han cambiado de opinión a la velocidad del rayo, bien sea por mandato de Génova o de la Calle del Muelle, o por influencias almanseñas o desde las Peñas de San Pedro, el caso es que hemos pasado de la famosa frase de “Las Administraciones ni deben ni pueden crear empleo” a prometer un plan de empleo cada vez que te descuidas y digo bien, prometer, porque el de este año todavía no ha empezado y ya ha sufrido un recorte de 750.000 €, de su dotación inicial. Vamos, Partido Popular en su más pura esencia y del prometido para el año que viene, pues eso prometido …
Y que me cuentas del Complejo deportivo del Paseo de la Cuba, ese que se iba a construir en terreno público para ser explotado por una empresa privada, pues que ahora resulta que es mejor dejar aparcado el proyecto, toda vez que hay serias dudas de que al final el Ayuntamiento no se tenga que rascar el bolsillo para garantizar el equilibrio económico de la concesión, algo que algunos llevábamos diciendo más de un año y siempre se nos negaba, además de tacharnos de agoreros, mal pensados y no sé cuántas cosas más. En fin, como dijo aquel: “Como no soy río, me vuelvo”
Esto de las elecciones en el Partido Popular obra milagros, si hace un año fue imposible alcanzar un acuerdo con la revisión del Plan Hidrológico del Júcar y Bayod & Cia, prefirieron hacer piña con Cospedal y dejar que la tarta del Júcar se la comieran en Valencia, mientras que aquí nos conformábamos con la guinda, en el caso del cierre del vertedero de Hellín, todo ha sido consenso, unanimidad y buena predisposición para el acuerdo. Vivir para ver.
Eso sí, donde no rectifican ni a la de tres, es en negar la evidencia de que los concejales de Urbanismo y Personal cometieron un error del quince al situar al frente de la Gerencia de Urbanismo a la única funcionaria municipal imputada por un caso de presunta corrupción cuando desempeñaba en el Ayuntamiento de Madrid las mismas funciones que realiza al frente de la Gerencia albaceteña y, además, el segundo de los nombrados sigue empeñado en no pedir la compatibilidad para el ejercicio lucrativo de sus actividades privadas. Vamos que como ejerce de concejal el 80% de la jornada tiene que pedir la compatibilidad para ejercer de abogado el 20% restante, pero que si quieres, las semanas pasan y él sigue enrocado en su negativa a presentar el famoso escrito de petición al Pleno y no es el solo, hay otra persona agazapada que, aún estando en la misma situación, también hace de Don Tancredo. Luego presumen de rigor y seriedad, ¡Ja!
Pudiera seguir juntando letras y relatando más despropósitos o incumplimientos, pero tampoco es caso de aburrir al personal en pleno mes de Julio, tiempo habrá para eso (no para aburrir, sino para contar).
El caso es que nuestra querida Carmen comenzó la pasada semana su gira de despedida, gira en la que estoy seguro no hablará de nada de lo que figura más arriba, sino que nos contará su propia versión edulcorada de los hechos, una versión más propia de alguien que he hecho más política de moqueta que de calle y que para una vez que sale, van y la multan por delito electoral con 600 € del ala, que también es tener mala suerte.
Mucho me temo que sabiendo cómo le gusta a nuestra alcaldesa imitar a su jefa regional, la gira de despedida corre el riesgo de quedarse en una aparición vía plasma y, además, simulada y en diferido. Y es que Carmen es así.