El día 20 de noviembre de 2011 el PSOE perdió las Elecciones Generales y el PP, sin comerlo ni beberlo, se encontró con una victoria holgada y un respaldo social importantísimo, que, a juzgar por las declaraciones del Sr. Aznar, no sé si sabrán administrar con cautela e inteligencia, pero eso es harina de otra reflexión.
El día 21 de noviembre la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE analizó los resultados electorales y acordó convocar el Comité Federal para el día 26 de Noviembre de 2011.
El día 26 de Noviembre el Comité Federal acordó convocar el 38 Congreso Ordinario del PSOE para el primer fin de semana de febrero. Iniciado ya el proceso congresual, hablar de gestoras a estas alturas tiene ya poco sentido, salvo que sea para marear un poco más la perdiz.
Es decir, tras la derrota electoral y la negativa de Zapatero a volver a presentar su candidatura a la Secretaría General del PSOE, se adelanta el periodo congresual, para tener resuelto antes de la Semana Santa del año que viene el relevo generacional al que estamos abocados y la necesaria e imprescindible adaptación del modelo de partido y, por lo tanto, de nuestra acción y opción política a la nueva realidad de nuestro entorno.
Nuestro partido es centenario, por lo que hablar de refundación esta fuera de lugar. Lo que si toca es adaptación. ¡Si no se refundó el partido cuando abandonamos el marxismo, lo vamos a hacer ahora, por haber perdido las Elecciones!, por muy dura que sea la derrota, que lo es.
Las Agrupaciones Municipales y, por lo tanto, todos los afiliados y afiliadas tenemos por delante dos tareas, la primera elegir a los Delegados y Delegadas que asistirán a los diferentes Congresos (Federal, Regional y Provincial), si es que no se cambia el proceso, cosa que dudo a pesar de las voces que piden una participación más activa de la militancia, porque para modificar los procedimientos es necesario que un Congreso modifique las normas internas de elección de los cargos orgánicos y, además, el Comité Federal tampoco está por la labor.
Y la segunda y más importante, enmendar, añadir, suprimir o modificar las ponencias marco de cada Congreso. Las ponencias marco establecen la forma de trabajar dentro del Partido, pero también nos dicen hacia donde queremos ir, con quien queremos ir y hasta donde queremos llegar.
También antes de Semana Santa y tras el Congreso Provincial, como hemos hecho en los últimos años, nos tocará elegir a los compañeros y compañeras de la nueva Ejecutiva Municipal de Albacete.
Pilar López ya anunció su intención de no concurrir a este nuevo proceso de elección, yo mismo también quiero dar un paso atrás y me consta que muchos de los actuales componentes de la Ejecutiva Municipal también cederán su puesto a otros compañeros y compañeras.
Quienes hemos formado parte de la Dirección del Partido durante la última década, debemos dejar paso a otros hombres y mujeres socialistas, que, con ánimos renovado, nos den la tranquilidad interna que todo partido necesita, para poder trabajar más allá de las puertas de Pedro Coca y conseguir a fuerza de trabajo, tesón, ilusión e interés por lo público trasladar a nuestros vecinos y vecinas propuestas de futuro creíbles y viables, que hagan renacer en ellos la confianza que ahora nos han negado y vuelvan a encargarnos el gobierno de la ciudad de Albacete.
Si los que hemos dirigido el partido durante la última década daremos un paso atrás, el paso adelante lo han de dar aquellos que vienen empujando con fuerza desde abajo y aquellos otros compañeros y compañeras ilusionados y comprometidos con el Partido y con sus ideas y no aquellos (creo yo) que nos cedieron el testigo hace unos años. Nunca segundas partes fueron buenas.
Como las Meigas, cantera haberla, hayla. Esta es su oportunidad. Este es su momento. No son el futuro del partido. Han de ser necesariamente el presente. Eso sí, con una mezcla adecuada de veteranía, que dé al cóctel resultante ese agradable sabor que te hace repetir una y otra vez, porque te gusta, porque confías en que al día siguiente no te dolerá la cabeza y porque te facilita la digestión.