Comenzó la campaña electoral de cara a las Elecciones Generales del próximo 20 de noviembre. Se presentaron los carteles electorales, las fotos de los candidatos y candidatas y se lanzaron los primeros mensajes electorales.
Eso sí, bajo la atenta mirada del G-20, reunidos en la francesa Cannes y siguiendo con una mezcla de sorpresa y estupor todas y cada una de las decisiones del primer ministro griego, que tras convocar el famoso referéndum para desconvocarlo horas después, finalmente se ha decidido a presentar su renuncia, una cadena de decisiones que se convierten en el caldo de cultivo idóneo para retroalimentar el enésimo vaivén de los no menos fluctuantes mercados, que parece que están deseando que alguien estornude un poco más fuerte de lo normal para recoger beneficios, o lo que sea que recojan.
Dando un repaso a los carteles electorales de nuestra Región comprobamos, una vez más, el escaso peso que tiene la alcaldesa de Albacete en el entramado regional del Partido Popular y digo escaso por decir algo.
Si ya fue sorprendente comprobar cómo la señora De Cospedal colocó de cabezas de lista para las elecciones regionales a las mismas personas que encabezaban las candidaturas municipales en todas las capitales de provincia, menos en Albacete, donde la entonces la candidata a la Alcaldía albaceteña solo figuró en las listas municipales; no menos sorprendente ha sido comprobar cómo, ahora y de cara a las próximas Elecciones Generales, de nuevo, la señora De Cospedal coloca a la alcaldesa de Ciudad Real y al alcalde de Guadalajara como cabezas de lista al Congreso por sus respectivas provincias, relegando de nuevo a la alcaldesa de Albacete, ya que por Albacete la elegida es Maravillas Falcón.
Yo me pregunto si Bayod también ‘is different’, como España lo fue para Fraga, cuando era ministro de Información y Turismo, en la dictadura.
Porque solo desde ese punto de vista, solo desde la diferencia, se puede entender el poco peso que tiene Bayod en el entramado regional del PP. Poco peso que a la ciudad de Albacete le puede venir francamente mal.
Si la señora De Cospedal, que es quien parte el bacalao, no cuenta mucho (por decir algo) con Bayod, que no nos extrañe luego si la ciudad de Albacete se ve relegada al furgón de cola del reparto regional.
Y por favor, que no se utilice el manido argumento de que la señora Bayod quiere tanto a la ciudad de Albacete y está tan dedicada por entero al gobierno municipal, que no le permite dedicarse a otras actividades, porque dejaría en muy mal lugar a sus colegas, el alcalde de Guadalajara y la alcaldesa de Ciudad Real, que o bien no quieren para nada a sus ciudades y les importa un pimiento lo que pase allí, sentimiento que dudo, o son primos lejanos de Superman, cosa que dudo todavía más, y pueden con todo y con todos, y eso que cuentan con la suerte de que no se ha descubierto en Castilla-La Mancha ningún yacimiento de ‘kriptonita’.
Alguien en el PP debería decir la verdad y contar porque la presidenta De Cospedal se fía tan poco de la señora Bayod, a tenor de las personas que ha designado para configurar las listas ‘populares’ al Congreso y al Senado.