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Que no te engañen, ni Mariano ni Cospedal pagan doble

Los dirigentes del Partido Popular se están comportando como auténticos trileros en el tema de las reformas electorales. Si en mercadillos y ferias es, o era,  habitual encontrar a algún aspirante a estafador, que con tan solo una mesa y tres cubiletes promete pagarte doble si aciertas donde está la dichosa bolita, en asuntos electorales los trileros, esos que prometen regeneración, la proporcionalidad y la justicia, ya no se encuentran a la intemperie, están al frente de los gobiernos.

Si en Castilla-la Mancha la Presidenta Cospedal con su reforma, esa que por cierto dijo que nunca haría en solitario, ha querido blindarse ante un mas que previsible batacazo electoral, utilizando a su antojo la mayoría absoluta de la que dispone en el Parlamento regional, en el resto de España, Rajoy utilizado sus mismas armas, la mayoría absoluta, quiere cometer la misma fechoría, modificar sin consenso alguno la Ley Electoral de cara a los próximos comicios municipales, de tal forma que con este pucherazo electoral preventivo, intente, al menos sobre el papel, mantener las alcaldías de las principales ciudades españolas utilizando de forma cínica e hipócrita el disfraz de la ‘regeneración democrática’, siendo capaz de entregar a Bildu muchos municipios vascos, con tal de mantener un gobierno conservador en Madrid.

Si hace pocas semanas en Castilla-La Mancha Cospedal nos vendió su reforma electoral a la baja, utilizando curiosamente los mismos adjetivos que dos años antes eligió para justificar el aumento del número diputados regionales, esos que hablan de  justicia, pluralidad, objetividad, equilibrio y representación, y al final resulta que lo que único que ha hecho es ajustar a número impar donde tradicionalmente el PP obtiene los mejores resultados y a par donde peor le vienen dadas, con el claro objetivo de continuar presidiendo, que no gobernando, nuestracomunidad autónoma.

Poco tiene de justo reformar la Ley Electoral a tu antojo y en tu beneficio, poco tiene de plural impedir que las minorías accedan a los parlamentos, poco tiene de objetivo primar donde gano y minorar donde pierdo, poco tiene de equilibrado fomentar la ingeniera electoral en su propio beneficio y poco, o más bien nada,  tiene de representativo que Albacete, con casi el doble de población que Cuenca, tenga solo un Diputado más.

Y como desde que Cospedal es la Presidenta de Castilla-La Mancha, nuestra Región se ha convertido en el banco de pruebas del Partido Popular, Rajoy no solo ha lanzado su cruzada contra el desempleo, según nos contó a los pies de las murallas del Castillo de Soutomaior, sino que se ha puesto el traje de regenerador democrático y amenaza con trampear en solitario la Ley Electoral a escasos nueve meses de la cita con las urnas, engañando al personal al prometerle que con esta reforma votarán de forma directa al alcalde o alcaldesa de su pueblo.

Las promesas de Rajoy cotizan a la altura de los bonos basura, hace poco más de un año dijo que “todos los sistemas electorales son opinables y discutibles, y por supuesto que se puede modificar la Ley Electoral, pero lo más importante es que cualquier modificación se haga con un gran consenso”. Vamos que además de trilero, mentiroso.

En España, solo tenemos un partido de derechas, el PP, mientras que por el denomindo centro político transitan UPyD, Ciudadanos y los partidos nacionalistas,  y en el ámbito de la izquierda se sitúan además del PSOE, IU y Podemos.

Lo que Rajoy pretende con su reforma, es prohibir por Ley las alianzas postelectorales entre los partidos de la izquierda que posibilitarían un hipotético gobierno progresista y de izquierdas en muchos municipios españoles. Ni más ni menos, ni regeneración democrática ni gaitas. Amaño electoral disfrazado de falsas promesas.

¿Quién se puede creer la milonga de que es más democrático que gobierne un alcalde o alcaldesa que haya obtenido el 30% de los votos, que una coalición postelectoral que represente al 70% del electorado?

Si la ciudadanía quiere que gobierne un determinado partido que nadie dude que así lo dictaminará, pero si quiere que el gobierno recaiga en los partidos de Centro o en una coalición de Izquierdas, también lo hará saber, y de eso es de lo que Rajoy no quiere ni oír hablar y es capaz de dar un puñetazo en el estómago de nuestra democracia, desoír la voluntad popular y otorgar un plus de concejales fuera de las urnas al partido más votado para asegurar un gobierno con mayoría absoluta de concejales y concejalas, saltándose a la torera la voluntad ciudadana que no ha querido darle la mayoría absoluta a ningún partido.

En el supuesto caso de que Rajoy se salga con la suya y modifique las reglas del juego a media partida, habrá que estar atentos a lo que opina de la misma el alcalde de Almansa, a la sazón Presidente de la Diputación Provincial y del PP, puesto que con la modificación propuesta nunca habría sido alcalde, ya que obtuvo 624 votos menos que el PSOE que fue el partido más votado en 2011. ¿Presentará Paco Núñez bis su dimisión como alcalde por ilegal?, ¿Arremeterá contra el contenido de la Ley?, pues ni una cosa, ni la otra, ni dimitirá de alcalde, ni de presidente de la Diputación Provincial, ni de presidente de su Partido y defenderá el contenido de la Ley comparándolo poco menos que con el “Bálsamo de Fierabrás, que todo lo cura”.

Aparte del pucherazo manchego, solo hay en Europa un precedente similar y fue el que protagonizó Silvio Berlusconi en 2006, modificando la Ley Electoral a su antojo en una Ley tan despótica, indecente y antidemocrática que fue bautizada como la ley “porcellum” o porcata”, vamos la “Ley Cerda”, que fue anulada siete años después por el Tribunal Constitucional Italiano.

Mariano y Dolores tomad buena nota: A pesar de la jugarreta electoral de  Berlusconi, aquellas elecciones las perdió. El que avisa…